¿Cómo suena la carne cuando sufre un corte?, esa es la pregunta que se planteó Alejandra Garcés para crear “Cicatrices”, obra que celebró su estreno mundial en Querétaro, junto con la pieza de Juan José Bárcenas titulada “La función del mago (lagarto), animal fantástico”, inspirada en la pintura, del mismo nombre, de Francisco Toledo; ambas composiciones fueron interpretadas por el violinista Ludwig Carrasco, en un recital que se realizó en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro (MACQ), como muestra de lo que se vivirá en agosto con el primer Festival Internacional de Música Nueva en Querétaro, organizado por Interciclos.
Ludwig llegó a la ciudad en 2018 para dirigir a la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ), y se contactó con el compositor Ignacio Baca Lobera, para plantear la idea de un proyecto que abriera espacios a autores e intérpretes de música nueva, el proyecto se llama Interciclos y desde el año pasado comenzaron a trabajar, su primer actividad fue un concierto de música tradicional y actual de Taiwán, con la presentación de “Little Giant Chinese Chamber Orchestra”.
El planteamiento de Ludwig, de crear un colectivo de música contemporánea en Querétaro surgió porque en esta ciudad viven varios de los compositores más activos del país, “como Ignacio Baca Lobera, que es una referencia a nivel nacional, o Juan José Bárcenas que ha estado prácticamente de ganador en los principales concursos de México y del extranjero”, explicó en entrevista previa a EL UNIVERSAL Querétaro.
En la primera temporada de conciertos 2019 de la OFEQ, se musicalizó en vivo “Nosferatu, una sinfonía de horror (1922)”, de F. W. Murnau, con piezas de los integrantes de Interciclos: Baca Lobera, Andrea González, Édgar Guzmán, Germán López Vargas, Juan José Bárcenas y Pablo Rubio Vargas.
Y ahora, del 26 al 30 de agosto, tendrán en las instalaciones del Centro Cultural Hangar de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Interciclos: Festival Internacional de Música Nueva en Querétaro, evento beneficiado por la convocatoria Profest 2019.
“Hace unos meses, cuando llegué por primera vez con la Filarmónica, ya conocía a Ignacio Baca Lobera y nos juntamos porque vimos que hacía falta un espacio más constante para la música contemporánea, sí había manifestaciones y hacían actividades, pero faltaba algo de manera más continuada y presente en la sociedad; [la música contemporánea] es una música que merece un espacio y después el público tendrá el derecho de abandonarlo, seguir viniendo o incluso pedirlo en series de conciertos”, dijo Carrasco, en el recital de violín y electrónica que ofreció en el MACQ, para evidenciar la necesidad de nuevos espacios dedicados a la música nueva.
Para este primer festival se han programado conciertos, talleres, conferencias, clases magistrales de música contemporánea y tecnologías, con artistas de renombre en el panorama musical actual, compositores originarios de Querétaro y otros estados de México, así como instrumentistas nacionales de renombre internacional.
Entre sus invitados destaca Liminar, ensamble independiente de música nueva y experimental, radicado en la Ciudad de México y fundado en 2011. Además del ensamble CEPROMUSIC, que fue fundado por Conaculta, INBA y FONCA en 2012, con el objetivo de ser un espacio para la actividad artística, académica, la creación y difusión de la música contemporánea.
A través de las redes de Interciclos se estarán anunciando más detalles de este primer festival que busca posicionar a Querétaro como un lugar de encuentro y difusión de la música contemporánea.
En el recital de violín y electrónica que ofreció Ludwig Carrasco, Creador Escénico con Trayectoria 2018-2020 del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), el violinista sumó dos estrenos a su historial.
Alejandra Garcés, joven compositora de la Ciudad de México, trabajó durante un año con la compañía del mismo Ludwig, sus “Cicatrices”, obra que está inspirada en Francis Bacon, el pintor de los cuerpos expuestos, de la carne herida, de la deformidad; y del poeta y novelista Yukio Mishima.
“Es una pieza que tiene una carga muy fuerte, es sobre mi investigación de los cuadros de Bacon, un pintor que retrata la vida real, no es falso ni fantasioso, es pura realidad cruda su obra; y también me basé en la literatura de Yukio Mishima, pero en especial de su suicidio, que fue con el ritual sepppuku, que es una ceremonia en la que se cortan el estómago y después otro samurái los decapita; la idea de esta pieza musical era representar cómo suena el corte en la carne; la composición la empecé con dibujos y fui trabajando todo el año con Ludwig, que es un gran virtuoso y eso para mí fue más fácil, porque me dio muchas posibilidades para poder crear”, platicó Alejandra a EL UNIVERSAL Querétaro.
El recital también incluyó el estreno mundial de Juan José Bárcenas —miembro del Sistema Nacional de Creadores (2018-2021)—, quien escribió “La función del mago (lagarto), animal fantástico” inspirado en una obra de Francisco Toledo.
“Mi pieza está inspirada en un trazo pictórico de Francisco Toledo, es un lagarto en ocres, muy interesante porque es un solo trazo, es una pincelada gigante y esa es la misma idea de mi obra, trabajo con poco material y ese material lo voy trasmutando en múltiples opciones de sonido durante ocho minutos, es una traslación de esta idea del lagarto”, detalló Bárcenas.
Carrasco también interpretó las piezas “Reboot”, de Édgar Guzmán; “Máquinas invisibles del tiempo No. 3”, de Ignacio Baca Lobera; “Assonanze”, del italiano Paolo Geminiani; y “El dialecto olvidado del otoño”, de la norteamericana Heather Stebbins.
Sobre este repertorio de música contemporánea, el violinista detalló que son obras que buscan un lenguaje personal y un sonido nuevo que pone al límite al intérprete.
“Los compositores, al igual que los pintores, desde inicios del siglo XX empezaron a buscar maneras de romper con la tradición y de hecho, no es nada nuevo, los autores, los artistas de siglos pasados fueron haciendo lo mismo, lo que pasa es que el lenguaje se volvió más radical en el siglo XX, en la cuestión de la música, y en el siglo XXI, estos autores activos no son la excepción, sí buscan siempre un lenguaje personal pero también un sonido nuevo, algo distinto, algo que sea novedoso, incluso hasta llevar al límite la capacidad técnica de los instrumentistas y estas obras, en su mayoría, sí están en el límite de las posibilidad que podría tener cualquier instrumentista para interpretarlas”, destacó Ludwig Carrasco.