La mancha roja que llegó a Querétaro por la Colectiva Hilos, de Guadalajara, ha crecido con la participación de hombres y mujeres que se han sumado a esta actividad. Y seguirá creciendo. Ayer, la pieza llamada Sangre de mi sangre salió del Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro y cruzó el Centro Histórico hasta llegar al Museo de la Ciudad, su nueva sede de exhibición. La invitación para tejer y engrandecer dicha obra todavía está abierta, el objetivo es visibilizar la problemática de feminicidios y desapariciones en Querétaro. La meta es seguir tejiendo hasta agosto, para exhibir la pieza en un evento público el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición forzada.
“No podemos ser ajenos, de alguna forma estamos nosotros implícitos desde nuestros silencios, complicidades, y si la propia sociedad civil no se sensibiliza y no lo hace notorio, las cosas seguirán ocurriendo”, dice Israel Nieves, del colectivo La Otra Bandita, quien invita a la población a sumarse a esta iniciativa de “seguir tejiendo juntos por la paz”.
Las personas que han participado, explica Israel, se unen a la iniciativa porque les resulta importante e interesante. “Se cuestionan cómo de alguna forma todos estamos implícitos, quienes han tenido alguna vivencia muy espinosa están aquí, y al mismo tiempo cuando conviven con otros también terminan sensibilizando, pero mucho de lo que nos han compartido es que simbólicamente, táctilmente, se puede pensar que cada persona hace que la mancha crezca o disminuya”.
Diariamente se reúnen a tejer en la sede de La Otra Bandita, la meta que se han planteado en el colectivo es continuar tejiendo hasta el 28 de agosto, para presentarla en un evento público en conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición forzada.
“En la sede de La Otra Bandita se teje todos los días, si alguien quiere venir está el espacio y el material para seguir tejiendo, y cuando tenemos actividades culturales, los domingos, también se invita a tejer a la gente que asiste. La convocatoria siempre ha sido en redes o en el barrio. (…) Creo que podemos hacer más grande la pieza y seguimos replanteando la forma de convocar, eso ha sido algo que me ha llamado mucho la atención, preguntar qué sucede, cómo más personas puedan sentirse convocadas”, refiere Israel.
Claudia Rodríguez, artista visual y fundadora de la Colectiva Hilos, platicó previamente a EL aUNIVERSAL Querétaro, que la misma colectiva se fue formando de manera natural por mujeres. Y en su mayoría son ellas las que participan tejiendo, aunque sí existe una notoria participación de los varones.
La Otra Bandita es una asociación con una historia que pronto sumará 15 años, y abarca temas de cultura, salud mental, género y masculinidades.
“La metodología que tiene el trabajo de Hilos es un trabajo inclusivo donde entran todos, nosotros le diríamos que es un trabajo mixto, a partir de ahí, en el trabajo que tenemos de género y masculinidades es cuando nos incorporamos a las acciones de trabajo para erradicar las diversas formas de violencia. Nos entusiasma trabajar con diferentes colectivos, pero nosotros nos manteníamos a la distancia por la forma en que algunos suelen trabajar, cuando se hace la invitación al proyecto de Sangre de mi sangre, nos logramos incorporar por su trabajo inclusivo. Dentro del equipo hay como 15 hombres que no sólo están trabajando en los aspectos del tejer, sino a su misma par, trabajan con apoyo de crear contenido digital, en el compartir e invitar”.
Y la convocatoria a tejer también está abierta para los hombres. “Es un llamado a los varones, a que podamos sentarnos un momento a repensar y también a crear acciones en conjunto, desde nuestras propias agendas públicas. En términos estadísticos, los hombres somos los que hemos ejercido mayor violencia hacia nosotros mismos, a las compañeras y al propio ecosistema, nosotros cumplimos la triada de la violencia y desde ahí estamos colocados a evitarla y pensar desde otro lugar”, agrega Israel Nieves.