César es el sobreviviente de un naufragio. En diciembre del 2017 salió a pescar tiburón, pero el mar volteó la panga donde navegaba. El hombre se sostuvo de un garrafón de gasolina, y para salvarse de los tiburones se roció el cuerpo con la misma gasolina, “así anduve toda la noche, hasta las 10 de la mañana que me encontró un sardinero, con hipotermia”, relata César Gpe. Castro Pereyra, en una hoja que escribió con su propia letra a petición del antropólogo y especialista en artes visuales, Jerónimo Palomares, quien llegó al pueblo de Moroncarit, Sonora, documentando la ausencia de la figura paterna, y se encontró con historias de olvido y naufragios.

Con el nombre Naufragios, Jerónimo inaugura el próximo 18 de julio en el Centro Queretano de la Imagen, una exposición que incluye fotografía, un libro con piezas de cianotipia, cartas de quienes sobrevivieron a un naufragio y familiares, a modo de bitácora, además de tres videos experimentales.

La fotografía que acompaña el cartel promocional de Naufragios es el retrato de César. En la imagen se ve al hombre que sostiene con sus manos, a la altura de su rostro, la cabeza de un animal marino. Restos de tiburones son conservados por los pescadores como objetivos importantes de su historia personal y la historia del pueblo.

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Publicado por Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro en Sábado, 13 de julio de 2024

“Para integrarme a la comunidad me compré un cuaderno con hojas en blanco y una pluma azul, fui casa por casa a tocar la puerta, para pedirles si por favor me podrían escribir sus experiencias de cómo han naufragado o las personas que perdieron a un familiar cómo han vivido la experiencia. Hay muchas historias, y la pregunta que surgió es: ¿cuántos naufragios hay en Moroncarit? Después de cada entrevista, con mucho tiento y delicadeza hacía los retratos, trataba de no incomodarlos, y ellos me sugerían poses, creaban sus propios personajes y eso es algo que a mí me sorprendió. Les pedía que si tenían algún objeto representativo para ellos y lo que sacaban eran mandíbulas de tiburón, para ellos es muy significativo”, explica Jerónimo en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.

Las cartas, explica el fotógrafo, revelan muchos datos sobre el mismo autor, por la caligrafía, la redacción, hay quienes no sabían escribir y sólo pusieron su nombre. También hay quienes no quisieron contar su historia y tampoco quisieron ser retratados.

El naufragio de pescadores en esa zona es casi nuevo, “a partir de 40 años para acá, empezó a partir de que llegó un pescador de Chiapas, con mucha experiencia, llegó al pueblo y los invita a cazar tiburones y es cuando empiezan los naufragios, algunos pescadores no regresaron, porque no tenían esa experiencia de cómo enfrentarse al mar, no tenían las herramientas, las lanchas se les descomponían y no llevan chalecos salvavidas”.

Una continuación...

Moroncarit significa Casa del moro, o Casa del caballo blanco, y Jerónimo llegó a ese pueblo dando continuidad a un proyecto de varios años que se centra en la ausencia y la memoria, en relación a la paradoja del padre ausente. En 2018, Palomares presentó en Querétaro, en Galería Libertad, el comienzo de esa investigación. Y en 2022, en el Museo de la Ciudad expuso Caudillo, un proyecto sobre la imagen de Álvaro Obregón, “el caudillo como el ‘padre’ que va a resolver los problemas de una población, pero que posteriormente se vuelve un dictador”.

Cuando realizó la investigación de Caudillo visitó Moroncarit, “es un pueblo que tiene relación histórica con el caudillo Álvaro Obregón, porque dio docencia ahí, y en el pueblo me encontré con abuelos que sus abuelos fueron combatientes de la Revolución y nunca regresaron. Entonces en ese pueblo encuentro la ausencia paterna, característica de mi obra, es un pueblo donde estos señores nacen con la ausencia, y además algunas personas comienzan a perder los recuerdos, es decir la memoria, a eso yo le empiezo a llamar naufragios emocionales, es una pérdida de memoria, como una forma de naufragar en el tiempo; encontré a varios ancianos así, entre ellos los sobrinos nietos de Álvaro Obregón, y otros hombres que también han naufragado en el mar”.

Naufragios, de Jerónimo Palomares, se inaugura el 18 de julio a las 18:30 horas, en el Centro Queretano de la Imagen, en donde permanecerá hasta el primero de septiembre.

Pero la investigación de Jerónimo todavía no termina. “Pienso seguir todo el Mar de Cortés, para seguir documentando otros naufragios”, adelanta. Actualmente trabaja entre Querétaro y Ciudad de México, pero en diciembre volverá a Moroncarit para compartir con los habitantes de este pueblo los resultados del proyecto.

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