En un pueblo, como cualquier pueblo de México, existe una Maquinota a la que todos veneran, aunque no saben con exactitud cuál es su origen, porque siempre ha estado ahí, pero un mal día el alcalde decide pintarla de rojo, y en protesta, todo el pueblo se subleva pensando que si algo le pasa a la Maquinota, el mundo acabará.
La Maquinota, de Ignacio Padilla (1968-2016), es la obra teatral que Nacho realizó de su propio cuento “Por un tornillo”, libro publicado con ilustraciones de Trino.
La puesta en escena, dirigida a niños de 10 a 14 años, se estrenó el 18 de octubre de 2018, con el apoyo del Programa Nacional de Teatro Escolar del INBA y la dirección de Uriel Bravo.
Y ahora llega al Foro La Chimenea de la Antigua Estación, para comenzar temporada este 2 de junio, a la 1 de la tarde, con entrada libre, y durante los domingos de junio tendrán funciones.
Ernesto Galán —quien regresó de una gira de Perú con su monólogo de Cheilor Mun—, Martha Salazar, Juan Carlos Casas, Julio Morales, Delmy Muñoz y Mauricio Figueroa integran el elenco de este montaje, que trata asuntos sobre la identidad social, conflictos políticos y sociales, pero todo de manera amena y divertida.
En la historia original de Padilla hay un narrador sin nombre, pero en la puesta en escena de Uriel ese narrador es Felipe Patines, personaje que los queretanos bien queretanos recuerdan perfectamente, porque era un hombre que se paseaba por toda la ciudad, montado en sus patines y gritando cosas de política, un loco idealista que ha quedado en la historia de este pueblo, un pueblo muy parecido al lugar donde reina la Maquinota.
Con una visita a los Expertos en Pueblos con Nombres Largos, inicia la historia de esta Maquinota, una inteligente, aguda y divertida crítica sobre el “progreso” social de un lugar pequeño, un pueblo como cualquiera de nuestro país, con sus caprichos políticos y las más absurdas creencias de sus habitantes.
En su estreno, Bravo describió el texto de Nacho Padilla como una obra crítica, realista y “sin pelos en la lengua”. Ahora, en este nuevo ciclo de temporada, Bravo destacó el trabajo de Padilla y su genialidad literaria, al acercar a los niños y jóvenes a la problemática de la identidad de sus comunidades.
“Sus personajes tienen las cualidades esenciales de aquellos que luchan, se esfuerzan, defienden y encuentran soluciones creativas para defender su entorno y su relación con la naturaleza. Esta adaptación teatral realizada por Nacho del cuento de su autoría; ‘Por un tornillo’, posee además de la genialidad literaria del maestro, propuestas escénicas concretas y de gran riqueza, el uso del Gran Guiñol, Bunraku, música original, escena de circo, espacios simultáneos, y elipsis narrativas certeras, claras y eficaces”.
Con esta obra, Ignacio Padilla fue acreedor al Premio Nacional de Teatro para Niños 2008, y en el Museo de la Ciudad se realizó una lectura dramatizada de la misma, pero en aquel momento ni Uriel Bravo, que dirigió la lectura, ni el escritor pudieron intercambiar impresiones, además, el autor nunca vio en escena este montaje.
Para Uriel, que tiene varios años dedicado a hacer teatro para el público infantil, La Maquinota figura como uno de los textos más importantes para la dramaturgia dirigida a niños.