En pleno junio, y a pesar del clima cálido y húmedo, la Catrina Trina, contra su costumbre, deja el mundo de los muertos para pavonearse por andadores y plazuelas del Centro Histórico de Querétaro.
Con mil hilos de colores bordados en su falda y cientos de flores ceñidas a su sombrero, demuestra que en México La Catrina vive todo el año y no sólo en fechas novembrinas.
“Las celebraciones por el día de muertos sólo duran tres días, eso muy poquito tiempo”, protesta la simpática huesuda.
Debajo de este mexicanísimo disfraz habita Kike León, artista urbano y reportero que juega este doble papel desde hace seis años, cuando comenzó a caracterizarse de múltiples personajes para salir a las calles de la ciudad y robarse todas las miradas.
“Es un misterio —como el de Superman—, es padre estar en un lugar mientras usas un disfraz, y al día siguiente llegar a ese mismo sitio como reportero y que nadie sepa que eres la misma persona”, cuenta entre risas.
Kike reconoce que su trabajo en medios de comunicación es constante, pero su pasión está en las calles, en la interpretación, en la improvisación y en la creatividad de cada uno de sus personajes, que son al menos seis.
Capitán América, Santa Claus, Rey Mago y la Reina de Corazones, son sólo algunos de sus personajes más reconocidos. Pero ninguno como la Catrina Trina, que le exige al menos dos horas de preparación, más de cinco horas de interpretación, y otras dos para retirar el maquillaje, vestuario y peinado.
A mano ha realizado cada uno de sus vestidos, maquillaje y accesorios, pues ser catrina es mucho más que usar un vestido llamativo y salir a la calle con la cara maquillada; de hecho, cuenta con orgullo que en Querétaro La Catrina no sólo está en teatros, calendarios y programas de gobierno, sino que esta catrina, la Catrina Trina, se mueve a pie entre los queretanos.
“Con los años he ido perfeccionando el personaje de la Catrina Trina, pero siempre hay algo más que quisiera hacer, yo no uso moldes para mi maquillaje, todo lo hago a mano, cuidando cada detalle, la catrina requiere un maquillaje muy detallado y la ropa es muy pesada, además usa un sombrero enorme, con flores, es un personaje que implica mucho, termino siempre cansado, pero muy feliz”.
Contra lo esperado, Kike fue siempre un niño tímido, inclinado siempre a lo artístico y a toda forma de expresión, entre risas dice que incluso fue “un niño que vivió bullying” por estas preferencias que ahora definen quién es.
Kike León cuenta con orgullo que cada uno de sus personajes está construido meticulosamente, incluso lo describe como un trabajo artesanal, pues cada personaje tiene personalidad propia, voces diferentes y también distintos sentidos del humor.
De esta forma, sin importar el personaje que sea, Kike León, personificado como Reina Roja o Catrina, sale a las calles a alegrar la vida de los transeúntes que, sorprendidos exclaman entre ellos “¡Mira, la catrina!” y se acercan para tomarse una foto junto al personaje, a cambio de una aportación voluntaria, en donde afloran las personas tacañas, pero también las generosas.
“La catrina llama mucho la atención, sobre todo a los extranjeros, la reconocen como un ícono de México y se acercan para tomarse una foto, preguntan cuánto cuesta, yo siempre les digo que la aportación es voluntaria. Esto es un trabajo, yo siempre digo que mi trabajo es artesanal, todo lo hago a mano, me implica tiempo, energía y también dinero, ya no digo para comer, sino para seguir innovando en disfraces, personajes, para ofrecer cosas nuevas cada vez”.
En estos seis años camaleónicos en los que Kike ha pasado de un personaje a otro, se ha encontrado con todo tipo de satisfacciones, pero también con innumerables obstáculos.
“Algunas personas valoran mucho tu trabajo, valoran todo el esfuerzo que implica caracterizarse de esta forma, sea La Reina Roja, La Catrina o cualquier otro personaje, saben que siempre buscas lo mejor para el público, apoyan tu trabajo y pagan por él, pagan por llevarse su foto con un personaje que les sacó una sonrisa, aunque hay personas que incluso se burlan, te dan un peso o 50 centavos, pero no hay nada que puedas hacer, son cosas que pasan todo el tiempo”.
Pero el mayor reto para los artistas urbanos aún debe superarse, y este es que los apoyos gubernamentales para fomentar la cultura y el entretenimiento, realmente lleguen a todos los artistas queretanos y no a sólo unas cuantas familias.
Kike León habla desde su experiencia con La Catrina Trina y sus demás personajes, pues a pesar de que ha enviado propuestas de proyectos artísticos a las autoridades, estos han sido rechazados no una, sino varias veces.
“Que los espacios sean para todos y no para las mismas familias de siempre, todos tenemos nuestras formas de trabajar, nuestro estilo, es más un aspecto de voluntades, los artistas urbanos debemos ser reconocidos, esperamos que las autoridades que tomen protesta próximamente nos tomen en cuenta, porque somos parte de la riqueza cultural del estado, yo con mi personaje de catrina o cualquier otro, soy incluso guía de turistas, artista, hacemos de todo, nuestro trabajo debe ser reconocido”, comenta.