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Los que crecieron en los 80’s y 90’s muy seguramente llevan el recuerdo de escuchar a Victor Trujillo en los Thundercats, al icónico Jorge Arvizu “El Tata” como el Super Agente 86 y haciendo la voz de varios personajes animados como lo hizo también Francisco Colmenero siendo muy reconocido en animaciones de Disney, Jesse Conde, Arturo Mercado, Blas García, entre otros.
Somos muchos los que nos sabemos de memoria los diálogos de las películas de la infancia por verlas una y otra vez dobladas al español. En mi caso, me tocó una generación donde surgieron nuevas voces que llegarían a ser icónicas en las películas de los 90’s hasta hoy. Si eres cinéfilo, es posible que puedas identificar a personajes de distintas cintas que son doblados por el mismo actor o actriz de doblaje.
Desde muchos lugares de América Latina se le ha reconocido a México su excelente calidad de doblaje en películas extranjeras que llegan a nuestro país gracias a las distribuidoras de gran producción. Puede ser común para los que crecimos a finales de los 90’s y principios de los 00’s que no podemos sentir las misma emoción que tuvimos en nuestra nostálgica infancia al ver esas películas que nos ponían a ver nuestros papás de niños en español que en su idioma original. Nos tocó ver Spiderman (2002) doblada por Luis Daniel Ramírez y Claudia Motta (Peter y MJ), Shrek (2001) por Alfonso Obregón, quien logró que por su tono regio junto a Derbez como Burro y Dulce Guerrero como Fiona una marca en nuestra infancia que prevalece ahora como una moda en redes sociales.
Aún dan su voz esta generación de actores a las películas que se proyectan hoy en día en el cine. Sin duda obtuvieron su reconocimiento por toda Latinoamérica debido a su excelente calidad y buena dirección al momento de grabar, pues es muy bien sabido que se requiere reflejar emociones con el cuerpo, incluso cuando es su voz lo único que queda registrado para que podamos distinguir una personalidad creíble y que se sienta idéntico a la personalidad que da el actor original.
La industria ha evolucionado respecto a su manera de grabar. Desde el uso de la película de 16 mm hasta usar solamente programas digitales. Es un enorme detalle el hecho de que deben tener cuidado con sus movimientos al momento de grabar, evitar cualquier ruido que no tiene relación con el resto del sonido que se capte en la escena. Francisco Colmenero ha declarado para NotimexTV (septiembre 2013) que “básicamente todos ellos son actores, aprendiendo y poniendo en práctica toda una técnica de esta rama de la actuación, como lo están el cine y el teatro.” Convirtiéndose en una gran industria conformada por toda una comunidad.
Aunque se crea por muchos cinéfilos que el doblaje rebaja la calidad de la obra original, no trasciende de lo subjetivo como lo es todo el arte, así como también es considerado un medio de apoyo para aquellos que no hablan otro idioma o algún problema para leer los subtítulos. Con todo esto, simplemente forma parte de la “era de oro” del doblaje mexicano. Muchas veces hemos escuchado doblajes donde se percibe una mala calidad en la actuación que nos deja con un mal sabor de boca.
La poca calidad percibida de las películas o series, donde no se tuvo la dedicación suficiente a la parte del doblaje dentro de su distribución a otros lados del mundo, por lo que los subtítulos terminan siendo una herramienta secundaria o bien, preferencial para algunos.
Esta industria es grande en cuanto a su gran aceptación y los buenos comentarios que ha recibido México posicionándose en el primer lugar de doblaje. No obstante En el aspecto económico, para todos aquellos que viven de esto, ya que no es el oficio mejor pagado, pese al trabajo que implica. Muchos dedican ese talento tan único no solo en el doblaje, sino también en el teatro, el cine, la locución y podcasts. Un buen ejemplo de esta mala paga es el caso del famoso actor Humberto Vélez, quien es reconocido en toda América Latina por ser la primera voz en español de Homero Simpson, a comparación de la voz original, a cargo de Dan Castellaneta hasta la fecha gana miles de dólares por episodio por ser la voz original del personaje popular, mientras Humberto solo ganaba alrededor de seiscientos pesos por episodio, gran motivo para que dejara al personaje amarillo.
Una razón por la que esta industria mexicana no genera el dinero que merece es a causa de las productoras, quienes debido a problemas de presupuesto, prefieren acudir a doblajes de habla hispana más baratos, quienes tienen fallas en la sincronización de labios, la carencia de emociones en la voz y la pésima traducción.
“Ese subtítulo que tenemos como México: el mejor doblaje del mundo ya no existe porque si fuera así, todo el trabajo estaría hecho por nosotros. Todo el doblaje seguiría siendo nuestro a nivel Latinoamérica, y no es así; al contrario.” Gabriel Basurto en NotimexTV (2013).
Lamentablemente, el excelente trabajo de estos actores no los salva del caos dentro de la industria. Una vez que cerraron empresas del doblaje como Audiomaster 3000, la huelga del 2005 de los mismos actores, y lo que sería el resto de los años siguientes que es la mala calidad del doblaje.
Estos últimos años, al momento de dirigir las grabaciones para doblar las películas que llegan a nuestro país han perdido esa esencia que los identificaba como los auténticos actores que mostraban esa sensación que nos hacía creer que era incuso el actor que veíamos en pantalla el que hablaba en español, debido a lo bien que encajaba no solo la gran actuación de los que doblaban sino conseguir la voz adecuada que se acomodara mejor con las características del personaje que se iba a doblar, como si fuera hecho uno para el otro.
Aunque siga escuchando hasta la fecha nuevas películas todavía dobladas por los excelentes actores clásicos como Pepe Toño Macías, Idzi Dutkiewicz, Cristina Hernández, Eduardo Garza, Ricardo Tejedo, Alondra Hidalgo, Irwin Daayan, Noé Velázquez, Mario Filio, Mario Castañeda, Carlos Segundo, Alejandro Orozco y muchísimos más que respeto muchísimo, siento que han tenido una dirección que no ha tenido una buena supervisión de mostrar las emociones adecuadas que van de acuerdo a lo que vemos en pantalla. Y es que otro detalle de estos últimos 5 años es que se ha tendido a agarrar de cualquier lado cualquier persona para doblar cualquier cosa. Si son personas nuevas, incluso muy jóvenes que no muestran esa misma calidad, no justifica la diferencia que hay entre estos últimos doblajes y lo que fue grabado antes, suponiendo que ha sido cuestión de la mala dirección al momento de grabar. Es aquí donde me pregunto si los mismos actores han percibido esta gran diferencia dentro de sus propias grabaciones y en los de sus compañeros, que curiosamente también son ellos los que dirigen y actúan al mismo tiempo dentro del estudio. Podría entenderse que han tenido esta falta de motivación por todo lo que ha pasado en la industria incluyendo sus pocas ganancias, dejando en muchas posibilidades el futuro del doblaje en México.