Hoy, la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ) cumple 29 años, pero no tendrán el acostumbrado concierto de gala, será la segunda ocasión que no podrá celebrar su aniversario en un escenario, a causa de la pandemia.
La máxima agrupación musical de la entidad y Patrimonio Cultural de Querétaro llega a los 29 años sin sede para sus conciertos, sin director artístico y siendo aún presidente de la OFEQ Asociación Civil Rodrigo Saínz Gallo, quien desde su ingreso (octubre, 2019) hasta este momento no ha concedido información detallada sobre su gestión, aunque en reiteradas ocasiones EL UNIVERSAL Querétaro ha solicitado a través de su área de comunicación el acercamiento para una entrevista.
Altibajos en la agrupación
La noche del 10 de abril de 1992 hizo su debut en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez la Filarmónica del Bajío, bajo la dirección de Sergio Cárdenas. Era otro Querétaro, con una comunidad más concentrada y muy apegada a las artes, especialmente a la música de la Filarmónica, todavía se recuerdan sus conciertos a tope, tanto en el Auditorio Josefa como en el Teatro de la República, sus principales sedes.
En 1997 Jesús Medina toma la dirección de la orquesta, y de 1998 a 2017 es José Guadalupe Flores el titular de la agrupación, reconocida ahora como Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro.
El 24 de noviembre de 2016, la LVIII Legislatura del Estado de Querétaro declaró a la OFEQ Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado. Un año después se vio opacado su 25 aniversario por la salida obligada de José Guadalupe Flores, ante la denuncia pública de los mismos músicos de la orquesta que lo señalaron por maltrato y un mal manejo administrativo. La agrupación tenía una deuda ante Hacienda de ocho millones y medio de pesos, que finalmente pagó el gobierno de Querétaro.
Ante la salida de Flores, Alberto J. Echazarreta, fundador de la OFEQ como Asociación Civil, regresó para redirigir el camino de la agrupación. “Tengo la capacidad y la experiencia para sacar adelante a la Orquesta”, dijo Echazarreta en su momento a EL UNIVERSAL Querétaro. Pero después llegó a ocupar el puesto Rolando García, expresidente municipal de Querétaro, por invitación de la entonces secretaría de Cultura del Estado de Querétaro, Paulina Aguado Romero. Rolando describió la encomienda como un reto, una aventura similar a “tirarse a una alberca con hielos”.
Por un año estuvieron trabajando con directores invitados, hasta que la Filarmónica presentó en febrero de 2018 a su nuevo líder, el violinista y director michoacano Ludwig Carrasco, quien dijo como primeras palabras: “Vengo a construir, no a destruir”.
El contrato de Carrasco se firmó para permanecer en el cargo hasta junio del 2020, y el mismo director tomó la decisión de adelantar para diciembre del 2019 el final de dicho acuerdo, debido al deterioro de las condiciones laborales y económicas que afectan el resultado artístico de la Filarmónica de Querétaro.
Desde entonces la OFEQ está sin director artístico. También enfrentó otro cambió en la presidente la A. C., Rolando dejó su cargo y asumió la responsabilidad el contador público Rodrigo Saínz Gallo.
Con el inicio de la pandemia se suspendieron los conciertos presenciales de la OFEQ, la principal causa el confinamiento obligado, pero también se canceló el uso de su sede principal de sus conciertos, Teatro Metropolitano, porque se encuentra en el Querétaro Centro de Congresos, sitio que fue adaptado como Unidad Médica de Aislamiento para tratar a pacientes no graves de Covid-19, actualmente son sólo siete personas las que son atendidas en este espacio, y en su máximo de concentración han brindado atención a 50 enfermos.
Los músicos de la Filarmónica han mantenido contacto con su público, por medio de una serie de videos que comparten a través de sus redes, actualmente tienen vigente una programación dedicada a los niños.