Una mujer ha sido privada de su libertad, su rostro está cubierto por un plástico transparente que le impide respirar. El plástico es una barrera entre lo que se ve y lo que no se quiere ver. La mirada de la mujer no es la de una víctima, es una mirada fija, fuerte, que confronta al espectador, y parece decir: ¡No voy a permitir que siga pasando esto!
La descripción corresponde a Territorio I, Inhibición, una pieza de las 12 que integran la serie pictórica El cuerpo: femenino: Territorio de Batalla en México de Alix Yolitzin, que se inaugura el viernes 3 de diciembre en el Museo de la Ciudad.
Alix Yolitzin, arquitecta y estudiante del octavo semestre de artes plásticas en la facultad de Bellas Artes, de la Universidad Autónoma de Querétaro, platica que comenzó su proyecto de pintura en 2020, con dos objetivos: Visibilizar la violencia de género y dignificar el cuerpo de la mujer.
“Yo sé que no voy a cambiar el mundo a partir de una imagen”, dice Alix en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro. Pero también añade que el quedarse callado y con los ojos cerrados ante la violencia de género que va en incremento en el país, es parte del mismo problema.
Al preguntarle, ¿por qué tocar este tema? La joven de inmediato responde: “Principalmente porque yo soy mujer y es una problemática que he vivido en carne propia”.
El proyecto nació desde un dolor personal, desde la impotencia de la injusticia, desde aquellas voces que han quedado silenciadas. El silencio y la injusticia son dos constantes en los casos de la violencia a la mujer.
“Todas estas historias, si se siguen quedando en el silencio es más fácil que se sigan replicando, que sigan sucediendo, yo estoy consciente que este tema no es fácil, pero siento que, si se muestra, y si se habla de una manera respetuosa, de una manera que la gente que es violentada se encuentre en mi trabajo un espejo, o algo que las lleve a ver que no son las únicas, que hay más mujeres, y que pueden apoyarse en ellas, apoyarnos todas, apoyándonos entre nosotras, y con otras mujeres que se dedican a resistir a partir del arte, podemos acompañarnos todas”, expresa.
Alix es originaria del estado de Hidalgo, de una comunidad, como otras tantas de México, donde el machismo sigue imperando, donde la violencia a la mujer es común, donde los crímenes se callan porque muchas veces son perpetrados por los mismos familiares, donde la ignorancia de los derechos son parte de la misma injusticia.
Para desarrollar su proyecto entrevistó a otras mujeres que fueron violentadas. “Eso me hizo abrir los ojos a las mujeres que están a mi alrededor, amigas, conocidas, historias de mujeres que yo veo en grupos feministas y que, es una realidad, las historias de violencia son muy frecuentes, eso es triste, y es imposible no verlas”.
El abrir los ojos y mantener la mirada frente a cada pieza, es el reto que propone en El cuerpo: femenino: Territorio de Batalla en México.
“Lo que quiero es visibilizar el tema, el fin de estas imágenes es un poco dignificar el cuerpo de la mujer en estas realidades tan duras y refrescarles ese poder a través de la mirada que está representada en estas imágenes, no es la mirada de las mujeres entrevistadas, es una mirada fija que confronta al espectador y es la representación de que estamos conscientes de esto que está pasando y que es un problema que debemos confrontar todos como sociedad”.
La exposición se inaugura el 3 de diciembre, a las 20:00 horas, en el Museo de la Ciudad, recinto en donde permanecerá hasta el 6 de febrero de 2022.
El tema del cuerpo femenino es la columna vertebral del trabajo de Alix, y después de su investigación sobre la violencia de género, trabaja con el tema del racismo, que también es otra forma de violencia, en concreto investiga la violencia contra las mujeres de descendencia indígena.