Una parte de la película The queen of shock (La reina del shock) de la cineasta estadounidense Robyn Symon se filmó en Querétaro, teniendo como escenarios el Museo de la Ciudad, su foro de usos múltiples y el Patio de la Enfermería, más conocido como Patio Morisco; además de un bar de stand up comedy de la ciudad.
Robyn Symon comenzó su carrera como reportera de noticias de televisión, además de ser distinguida con premios como el Emmy, por su trabajo documental; tres premios National Telly; dos premios NABJ, dos premios Associated Press y United Press International.
The queen of shock es su primer largometraje y esta aventura, como lo definió la misma Robyn, se realizó en coproducción con Dopic Studios, casa productora que tiene sede en Querétaro.
Claudia Pineda y Felipe de Lara actuaron para este proyecto, además de varios queretanos, entre ellos Fernando Pérez Valdez quien es escritor, actor, director de teatro y cine.
Para Fernando, la filmación en Querétaro de un proyecto como The queen of shock, es un impulso para la misma industria queretana.
“Es un proyecto muy interesante, y que venga una directora ganadora de dos Emmy a filmar a Querétaro es muy importante. Todas las personas involucradas en la industria del cine aquí en Querétaro tenían muchas expectativas con esta película, y esperamos que abra la puerta a futuros proyectos. El equipo de The queen of shock es impresionante, es otro nivel y creo que va a ayudar mucho a la industria del cine en Querétaro, para que vean que hay gente interesada en el cine aquí, que es profesional, que hay equipo, que hay facilidades, locaciones. Para mí fue importante, Robyn me ayudó mucho como actor, es una directora muy atenta y cercana”.
Fernando también compartió su experiencia al ser parte de esta filmación y algunos detalles de la historia que cuenta el filme.
“La película es en español, no sé muy bien en qué plataforma se vaya a estrenar. No leí el guion, pero es la historia de una chica que le secuestran a su hija y necesita dinero urgente para el rescate y no tiene, pero su novio le dice que se meta a las peleas de toques, porque ahí hay dinero fácil. Empiezan en las peleas clandestinas, en cantinas, en un ambiente muy sórdido, hasta que sube de categoría y al final la principal competencia es un gran salón de espectáculos, como en las peleas de campeonato”.
Al equipo de actores, contó Fernando, “entré casi de carambola, de puro chiripazo. Hice el casting para uno de los entrenadores en la guerra de toques, era el papel de uno de los malosos, pero la directora dijo que no tenía cara de malo. Y me olvidé del asunto”.
Justo un día antes de comenzar la filmación, le llamaron a Fernando explicándole que lo necesitaban para interpretar otro papel, “era el personaje de toquero, me fue mejor, porque como entrenador casi no me venía, en cambio como toquero me tocaron cuatro días de peleas en las que me tocó intervenir. Para mí fue mejor, porque tuve muchos más diálogos que el entrenador, más escenas y más tiempo en pantalla.
Luego de cuatro días de filmación me acerqué a la directora para agradecerle la oportunidad de trabajar con ella. Para mi sorpresa, me dijo que ella era la agradecida y se sentía muy afortunada de que yo hubiera participado. Una bellísima experiencia”, relató.
The queen of shock también tuvo filmación en Ciudad de México, en sitios tan icónicos como La Isla de las Muñecas, ubicada en los canales de Xochimilco.
Tras su participación en la filmación de Robyn Symon, Fernando Pérez Valdez continuó con los ensayos de su próximo montaje teatral, inspirado en el amor de El Quijote y Dulcinea; luego volverá al proyecto que dejó pendiente: una serie que habla sobre el abuso infantil y las secuelas que deja en las victimas.