Desde que inició la contingencia sanitaria por Covid-19, al menos cuatro librerías han cerrado definitivamente sus puertas en Querétaro debido a la dificultad para seguir pagando la renta de sus locales.
Ricardo Rabell, presidente de la Asociación de Libreros de Querétaro, señaló que las ventas del gremio han bajado hasta un 80%, por lo que también piden a las autoridades sanitarias una extensión en los horarios de servicio, pues actualmente todas las librerías deben cerrar a las 5 de la tarde.
“Desgraciadamente son cuatro las librerías que han cerrado definitivamente porque simplemente no pueden seguir con los gastos, principalmente las rentas de sus locales. Las que aún sobreviven enfrentan grandes retos porque las ventas han bajado hasta un 80%”, expresó.
“Pedimos a las autoridades una extensión en los horarios, nosotros cerramos a las 5 de la tarde, pero creemos que si tenemos la oportunidad de vender y mantener abiertos nuestros negocios un par de horas más al día, tendríamos más oportunidades de recuperarnos, concretar algunas ventas más”.
Ricardo Rabell, quien también es dueño de la librería Sancho Panza, situada en el Barrio de La Cruz, señala que desde hace casi 11 meses los libreros queretanos han adaptado su forma de vender las publicaciones a través de redes sociales, actividad con la que se concreta el 50% de las ventas totales, sin embargo, esto no es suficiente para pagar las deudas que ya se han acumulado.
Para el presidente de la asociación de libreros, además de la pandemia, hay otros factores que se han agudizado y afectado la venta de libros en el estado; una de esas razones es la deserción escolar, que deriva en menores ventas de publicaciones académicas, además de la piratería o la comercialización de ejemplares robados.
Pide a la sociedad consumir en las librerías independientes, pues son ellas las que más apoyo necesitan para mantenerse en pie.
“A la gente siempre le pedimos que compren en pequeñas librerías, en negocios locales, en lugar de comprar en las grandes tiendas de libros que ya todos conocemos. Necesitamos consumir local para que la economía se reactive, los pequeños negocios hemos hecho de todo para sobrevivir, además somos profesionales, brindamos asesoría sobre los textos que vendemos, podemos guiar a nuestros clientes”, resaltó.
“Nos hemos esforzado por vender a través de internet y redes sociales, esto nos tomó por sorpresa y estamos improvisando. Sí hemos concretado ventas por internet, sin embargo, no es suficiente, la situación es muy complicada para nuestro gremio”, comentó.