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En la octava edición del Hay Festival Querétaro, la gastronomía local también es una de las principales protagonistas en cuanto a la identidad y pertenencia del estado. Heredada desde tiempos prehispánicos y complementada con una cocina conventual entre otras influencias históricas, la gastronomía cuenta con una amplia variedad de ingredientes, aromas, texturas y técnicas que valdría la pena explorar durante el encuentro.
Querétaro puede subdividirse en cuatro regiones culinarias que capturan los sabores de cada una de estas zonas y que expresan la cultura y tradición que les rodea que son: Los Valles Centrales, conformados por los municipios de Querétaro, Corregidora, El Marqués, Tequisquiapan y San Juan del Río; La Sierra Queretana, integrada por los municipios de Amealco y Huimilpan; La Huasteca o Sierra Gorda, conformada por los municipios de Pinal de Amoles, San Joaquín, Jalpan de Serra, Landa de Matamoros y Arroyo Seco; y la Zona del Semidesierto, conformada por Cadereyta, Ezequiel Montes, Tolimán, Colón y Peñamiller.
Dentro de esta riqueza gastronómica se encuentran las tradicionales gorditas de maíz quebrado con queso enchilado y carne de cerdo frita; las inigualables enchiladas queretanas o también las tostadas de papa con chile guajillo y nopales que se pueden encontrar en cada esquina del Centro Histórico de Santiago de Querétaro.
Como parte de este imperdible recorrido gastronómico no se pueden dejar de lado las carnitas de Santa Rosa Jáuregui o la codiciada y humeante barbacoa de borrego de Cadereyta, famosa por su maridaje con el pulque de la región.
Para los amantes de lo dulce también hay una ruta imperdible que se puede recorrer por el Centro Histórico de la ciudad y por prácticamente todos los municipios. La natilla de Bernal realizada con leche quemada de cabra, azúcar, sin olvidar las tradicionales neverías y heladerías que se encuentran en el primer cuadro de la capital.