Para el 28 de marzo Mariana Hartasánchez tenía el estreno de El Sendebar: La cruzada de una fémina ilustrada con el Carro de Comedias de la UNAM. “Soy la primera mujer, en 21 años, que dirige el Carro de Comedias y estaba muy emocionada”, platica a EL UNIVERSAL la actriz y dramaturga. Y el 12 de abril, en Querétaro, presentaría Asesinos de suicidas con su compañía Sabandijas de Palacio.

Ambos proyectos fueron suspendidos por el cierre de espacios culturales, ante el Covid-19. Esta situación conmocionó a Mariana, “ahorita tengo la beca del Sistema Nacional de Creadores, pero a mí me ha pasado que dependes de la taquilla y tienes proyectos en los que está basada tu supervivencia y de pronto te los cancelan, ¿y qué haces?”.

Así que propuso a sus colegas el proyecto Te estoy llamando a ti, teatro por Skype o cualquier otra plataforma de videollamada. Mariana escribirá monólogos, con una duración de 15 a 20 minutos, a los actores que aceptaron su propuesta, y ellos acordarán con sus espectadores el día y la hora de la llamada para realizar la función en vivo, la cual tendrá una cooperación de 100 pesos. La iniciativa despertó el interés de varios, tantos que tuvo que poner un límite, escribirá 25 monólogos.

Hartasánchez, ganadora del Premio Estatal de Cultura 2018, platica en esta entrevista de su iniciativa de teatro a distancia, además habla de la necesidad de actuar ante las problemáticas de estabilidad económica y seguridad médica que siempre ha padecido la comunidad artística y que ahora, ante la crisis del Covid-19, vuelven a visibilizarse.

¿Cuál es la dinámica del proyecto Te estoy llamando a ti?

El espectador solicita ver un monólogo, vamos a tener una lista (como un menú), con el nombre de cada pieza y nombre del actor, la publicaremos en nuestra cuenta (Sabandijas de Palacio) y cada actor por su lado, y él se pondrá de acuerdo con el espectador para fijar la hora en que será la función en vivo, se tiene que pagar previamente, el chiste es que los actores puedan cobrar por esta chamba, yo estoy proponiendo que sean 100 pesos por la función personalizada, de entre 15 y 20 minutos, la función es sólo para una persona y creo que es un precio bastante módico.

¿Y si quisieran que fuera para toda la familia, variará el costo?

El formato de este experimento es de uno a uno, yo sé que ahorita están haciendo otros ejercicios que consisten en filmar teatro y exhibirlo en una plataforma para que lo puedan ver muchas personas a la vez, pero este sí es un ejercicio que funciona uno a uno, esa es su magia. El espectador también será un personaje, no va actuar, pero se le dará una serie de instrucciones para que pueda caracterizarse y jugar un poco.

¿Lo ves como un experimento y qué esperas de éste?

La maravilla del teatro es que siempre es un experimento, nunca sabes bien a bien cuál será el resultado y la respuesta de los espectadores. Cada uno de los monólogos será completamente diferente, yo voy a escribirlo basándome en la propuesta de cada actor, y estoy muy feliz porque ha sido muy enriquecedor, me han propuesto escribir de soledad, ansiedad, una burla sobre los astrólogos, los remedios mágicos que venden muchos charlatanes, hay una gama de temas con los que voy a experimentar con cada uno de los actores, y será interesante ver qué hacen, porque se van a tener que dirigir solitos, entonces el reto es que en una semana tengan listo el texto para comenzar las funciones.

Curioso ver que de las personas que te solicitaron monólogo, algunos también escriben teatro.

Sí, es algo muy bonito, me llegaron solicitudes de Guadalajara, Oaxaca, Ciudad de México, Querétaro, algunos amigos y personas que ni siquiera conozco. Estoy muy feliz y lo que me queda es cumplir.

Tú que conoces muy bien al espectador de teatro, ¿qué esperas de él, porque también tienen a su alcance plataformas como Netflix?

El espectador está ávido de ver teatro y lo que quiere es ver algo distinto, esta es una experiencia que no tiene nada que ver con la televisión o el cine, todo eso te pone en un actitud pasiva, pero en el caso de Te estoy llamado a ti, las acciones, las sonrisas, gestos de disgusto, van a ser interpretados por el actor, porque te va a estar viendo, va estar ocurriendo algo entre dos personas, es una experiencia ficcional que te mete en un juego, es la maravilla y la belleza del teatro, además que es efímero e irrepetible.

¿Cuál es tu visión ante esta crisis que exhibe la carencia de seguridad económica y médica, que siempre ha padecido la comunidad artística?

Tenemos relativas ventajas cuando somos freelanceros porque nos dedicamos a lo que nosotros queremos y podemos organizarnos como mejor nos conviene, pero el problema es que no estamos protegidos, en otros países los trabajadores del sector cultural tienen cierta protección y yo creo que este tema es algo que nos deja reflexionar mucho, ver qué tipo de seguridad podemos exigir para no estar así. Cuando estuve en el Consejo Consultivo de Teatro propuse un proyecto que era de tarjetas médicas, se llama ALMA (Alianza de Médicos y Artistas) y la idea era que los médicos se sumaran con descuentos de sus servicios y que cada persona (artista) que fuera portadora de una credencial pudiera acceder a servicios privados de salud, por 300 pesos; hemos buscado alternativas, pero lo cierto es que falta mucho, no estamos protegidos en el ámbito laboral, ni sanitario, y esto tiene que generar un replanteamiento para que tengamos frentes comunes que nos permitan protegernos en colectivo, lo cierto es que no tenemos nada y ahora lo único que podemos hacer es protegernos entre nosotros, por eso esta tentativa de Te estoy hablando a ti, para generar una red entre dramaturgos, actores y espectadores.

¿Qué pasó con ALMA?

Terminé mi gestión en el Consejo Consultivo y el actual Consejo iba a dar continuidad, creo que no se le ha dado el suficiente seguimiento y yo desde mi trinchera he tratado de que se expidan las credenciales, ahorita está en un proceso de standby, pero esperamos que por ahí de junio o julio ya estén las credenciales terminadas y se cuente con un directorio de los especialistas que se integren al programa, para que ellos puedan tener los beneficios que les ofrece la comunidad teatral, ellos tienen beneficios en cursos, entradas al teatro, presentaciones especiales y nosotros tenemos descuentos con sus servicios médicos, es una especie de trueque en estos tiempos de capitalismo feroz.

¿Qué pasará con estos textos después?

Espero que tengan una vida muy larga, yo voy a pedirle a los actores que, al regresar a nuestras actividades, ellos se sigan presentando a distancia, lo bonito sería que este proyecto pudiera tener una vida permanente, si podemos hacer que haya otros frentes teatrales será muy bueno, porque es un proyecto completamente teatral, sólo estamos utilizando una herramienta tecnológica pero sí hay un encuentro en vivo con un espectador, un encuentro efímero, en el mejor de los sentidos, y no estamos haciendo ni tele ni cine, es una cuestión estrictamente escénica, sólo estamos usando como plataforma el Skype, o cualquier plataforma de viodeollamada, en realidad nada más es echar mano de la tecnología para seguir con nuestro trabajo.

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