Ciencia, naturaleza y arte se estudiaron por años de manera distante, ahora, dice la artista Socorro López, “ya no se pueden separar más, se sirven una de las otras”. Socorro coordinó la creación de la escultura interactiva de un corazón y una neurona en gran formato, para que los visitantes del Museo de Ciencias Ximhai, de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), conozcan el funcionamiento del cuerpo humano.

Actualmente, el recinto permanece cerrado por causa de la pandemia, pero en cuanto abran sus puertas los visitantes podrán conocer e interactuar con las piezas que resguardan, principalmente con el corazón que está sincronizado con un video mapping, sonido, y una bicicleta que al pedalear permite ver y escuchar el trabajo que realiza el órgano cardiaco cuando aumentan los latidos.

“Hubo varias propuestas de mi parte para hacerlo funcionar, porque la idea es que sea interactivo; la pieza se terminó con una solución de video mapping que hace que el corazón lata, que se mueva, está la pieza en físico y estática, pero con esta herramienta crea ese efecto, para ver la cuestión de anatomía lo más cercano a la realidad.

Museo de la UAQ, sincronizado por un corazón
Museo de la UAQ, sincronizado por un corazón

Las personas que vayan van a poder interactuar con el corazón, se van a instalar unas bicicletas, de tal manera que, cuando se suban y empiecen a pedalear, se va sincronizar con el corazón, latiendo a una velocidad normal promedio y conforme va aumentando la velocidad del pedaleo aumentará la velocidad del latido del corazón, sincronizado con el video mapping y el sonido, para que los visitantes puedan ver cómo late el corazón, puedan escucharlo y en sí mismo puedan sentirlo”, explica Socorro López en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.

La escultura del corazón es de dos metros y la neurona de tres. El hacer la pieza del corazón una obra interactiva, es para que el público infantil y juvenil entienda el funcionamiento del cuerpo humano de una manera fácil y entretenida.

Socorro López es la responsable del área del Desarrollo Cultural Escultórico, de la Secretaría de Extensión y Cultura Universitaria, de la UAQ. El concepto de ambas piezas, corazón y neurona, son de su autoría; en la realización de la célula del sistema nervioso participó como coautor Byron Francisco Hernández.

Y en el proceso de elaboración del corazón participaron los alumnos becarios y de servicio social de la facultad de Bellas Artes e Ingeniería. Berenice Yáñez, Ana Karen Cervantes, Ana Itza Carrillo, Dulce Estrada, Elizabeth Plaza y Lía Okelani Guerrero.

El Museo Ximhai se ubica en la Facultad de Ciencias Naturales y junto al mismo hay un Jardín Urbano, ahí también está la obra Dualidades, de Socorro López, una pieza de gran formato hecha con chatarra que ahora se entregará a los designios de la naturaleza.

“La pieza de chatarra poco a poco va a empezar a interactuar con la naturaleza, es un proyecto en el cual algunas enredaderas tomarán a la pieza y se harán parte de ella, la escultura seguirá con su misma forma, pero ahora con naturaleza viva, no se va a perder la escultura, pero va a participar en la naturaleza, en esta idea de priorizar la naturaleza sobre la máquina, lo industrial, con la libertad creativa, así la pieza se irá transformando naturalmente”.

El arte y la ciencia no están peleados

Socorro López explica que el arte es un buen medio para explicar de manera amena temas de la ciencia y naturaleza. Y que en México falta mucho por explorar este tema.

“Arte, naturaleza y ciencia, es una relación que va muy intrínseca, aunque antes nos las enseñaron de manera separada, en este momento de culturas globalizadas ya no podemos separarlas, va muy relacionado y se apoya una de la otra; las posibilidades que tenemos a nivel artístico, basadas aún en técnicas tradicionales, pero en nuevas tecnología, abre un panorama enorme de posibilidades para el arte; y si lo vemos desde la ciencia o la tecnología, el arte da la posibilidad de representarlo o de explicarlo de una manera mucho más accesible para todo el mundo, es una mancuerna muy buena.

Aquí en México todavía falta mucho por explorar y explotar, en otros países hay muchos museos dedicados específicamente a la interacción de la ciencia, el arte, la tecnología y la naturaleza, con piezas vivas, esculturas que están basadas a partir de la naturaleza, de agua, bacterias, moléculas, que interaccionan”, agrega la artista.

Para el museo de la UAQ seguirán generando piezas de arte a través del área del Desarrollo Cultural Escultórico, un próximo proyecto es la creación de una escultura que represente los pulmones y su funcionamiento.

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