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La zona arqueológica de El Cerrito, ubicada en el municipio de Corregidora, a siete kilómetros de la ciudad de Querétaro, fue el centro ceremonial tolteca más importante de la zona norte de Mesoamérica, equiparable a Chichén Itzá y Tula.
Daniel Valencia, arqueólogo del Centro INAH Querétaro, platicó en entrevistas previas con EL UNIVERSAL Querétaro que el proyecto de investigación y rescate de esta zona comenzó en 1995.
“Era un espacio completamente abandonado, era un espacio que el gobierno de Querétaro había recibido de los propietarios de la hacienda El Cerrito, un área de cinco hectáreas para ser considerada zona arqueológica, eso fue desde el año del 86; en el 95, cuando llegamos, nos vimos en la necesidad de generar el expediente, instrumento previo para la declaratoria de Zona de Monumentos Arqueológicos, nos tardamos del 95 al 2000 en que se aprobara”.
Una de las propuestas de Valencia era crear en el lugar un museo, en donde se resguardara una selección de 220 piezas, que al principio, por no tener un lugar de resguardo, llegaron al Museo Regional de Querétaro. Por varios años, El Cerrito contó sólo con un Centro de Atención al Visitante y una Sala de Interpretación. Finalmente el 14 de febrero de 2019 abrió sus puertas el Museo de Sitio El Cerrito.
Ahora este recinto celebra su segundo aniversario con la mención honorífica obtenida recientemente en los Premios INAH, dentro del galardón “Miguel Covarrubias”, dedicado a la Museografía e Investigación de Museos.
Los creadores de la museografía de este espacio fueron el arqueólogo Daniel Valencia, y los diseñadores gráficos Adrián Colchado Rico así como Daniel Valencia Bocanegra.
A través de un comunidado, Daniel Valencia Cruz expresó que el “Museo de Sitio ha permitido democratizar el conocimiento derivado de 25 años de trabajo en El Cerrito, mediante un lenguaje sencillo que permite llegar a todos los públicos, de ahí su éxito”.
En 2018, el sitio recibió a cinco mil personas, cifra que se elevó a 75 mil durante el primer año de apertura del espacio museístico. Con la pandemia, el recinto cerró sus puertas, pero ante el anuncio del cambio de semáforo epidemiológico en la entidad, se espera la reanudación de sus visitas, con aforo limitado y las medidas de sanidad pertinentes.
