El sábado 27 de abril a las 12:00 horas, en la velería del Centro de las Artes (CEART) de Querétaro, se programó la función El príncipe feliz feliz feliz, producción de Avatares CIA Teatral con la dirección de Manuel Gómez Becerril, para la celebración del Día de la Niñez de la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro. La obra fue solicitada por la propia Marcela Herbert, titular de dicha secretaría, y fue la misma funcionaria quien, en plena función y sin respetar al público que estaba viendo el montaje, pidió terminar con la representación teatral, por tratar temas políticos.

En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, Gómez Becerril explica que sí es una obra con contenido político, pero él entregó la carpeta con información del montaje. “Yo no engañé a nadie”, expresa.

Una trabajadora de la Secretaría de Cultura dijo a uno de los actores que la obra no era para niños, “que si podían agarrar sus monitos y bailar y cantar”. Desde su asiento, “Herbert haciéndome gestos, muy enojada, diciéndome que la obra no era para niños que la pare”, relata el director de escena.

Rodrigo Leal, de Secretaría de Cultura, llamó a Manuel pidiendo detener el montaje. Igual que Sheila Caballero, encargada del CEART, aunque la funcionaria justificó que estaban atrasados con el programa y por eso había que parar.

“Yo le dije que venga la señora Herbert y que ella pare la función, por supuesto que no fue”. Caballero tomó el micrófono invitando al público a otra actividad.

Personal de la dependencia se disculpó con Manuel, argumentando que hay veda electoral. Ahora que hace público lo sucedido, explica que no está buscando una disculpa, sino un cambio para la institución.

“No me interesan las disculpas, no lo hago para que me den una disculpa. Ojalá se den cuenta los demás lo que está ocurriendo y que no puede seguir así, hay una terrible opacidad y mediocridad. No está pasando nada con la cultura en Querétaro, parecen fiestas patronales y la señora se la pasa promoviendo la religión, está bien, si es muy creyente es su problema, pero no es la labor. Y no es nada más con el teatro, en general. Si queremos algo para Querétaro lo ideal sería que cambiaran a esa titular, no se ve a gusto, se ve que no sabe lo que hace. Lo ideal sería que pusieran a alguien competente. A mí las disculpas qué, la señora va a seguir haciendo lo que quiere”.

Una adaptación

El príncipe feliz feliz feliz se estrenó en el foro experimental La Vía en febrero de 2023, tiene más de 60 representaciones, con tres temporadas en el Teatro de La Pirámide, fue seleccionada en la Muestra Estatal de Teatro 2024 y en el Día Mundial del Teatro 2024, ambos eventos organizados por la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro que preside Marcela Herbert.

Manuel Gómez Becerril escribió una crónica de lo ocurrido, iniciando desde el 9 de abril, día en que recibió una llamada por parte del personal de la Secretaría de Cultura de la entidad para invitarlo a dar una función de El príncipe feliz feliz feliz, el 27 de abril en el CEART.

Mandó a la institución una carpeta con la información de la obra, video y costo. El 15 de abril le confirmaron que fue aprobada. “Incluso yo les decía: están seguros que quieren esta obra. Me van a linchar. Y me dijeron: No, no, la licenciada Marcela la pidió. Dije bueno, son tiempos electorales, es un espacio institucional, no es una obra de niñitos para primeras infancias, yo la catalogo de cinco o seis años en adelante, el público que va a verla con niños chiquitos salen contentos, nadie se me ha quejado, ni los más chairos, porque de repente le tiro poquito al gobierno federal, la verdad agarro parejo. Sí es muy política”, explica en entrevista.

El 27 de abril llegaron al CEART a las 10 de la mañana. “Había poca gente, pocos niños para ser un evento tan grande, había puestos donde regalaban pizzas, hotdogs, dorilocos, helados, carne tártara (sí, carne tártara), aguas de concentrados, bolsas de palomitas, algodón de azúcar y bolsas de dulces… pensé que tal vez les daría un coma diabético a más de un niño, pero era lo que había… talleres de pintacaritas y manualidades… Aún no sabía por qué me habían elegido, muy en el fondo quería pensar que esta administración quería mostrar una obra de teatro y no un show de entretenimiento, como regularmente ocurre en estos eventos y que los funcionarios piensan que es lo que debe hacerse para que todos sean felices, felices, felices”, escribió en su crónica, misma que circula entre la comunidad teatral y artística, no solo de Querétaro.

“Tengo 30 años dedicándome al teatro y he aprendido algunas cosas creo yo, podía sentir al público interesado en la función, los actores dando todo de sí, mucha energía… pero de pronto, una voz me llama, una señora de unos 70 años (soy malo calculando la edad) vestida de rojo, se presenta (no le entendí), me dice y cito: ‘Esta obra es muy política, los niños están aburridos, queremos algo más alegre, porque no le dices a tus actores que canten y bailen…’”

“El príncipe feliz” es un cuento de Oscar Wilde, publicado en 1888. En la adaptación “El príncipe feliz feliz feliz, una compañía itinerante de teatro va de pueblo en pueblo contando la historia del Príncipe feliz, al estilo de los juglares y la comedia del arte, los personajes zoomorfos interpretarán la realidad que están viviendo, una visión de la vida y una oportunidad para burlarse de los poderosos que poco o nada han hecho por lo demás”, se lee en la sinopsis de la obra.

“Es una obra para toda la familia que refleja nuestros tiempos, tiempos donde los personajes políticos han tomado una relevancia casi de rock stars, con una sociedad dividida y una visión de la realidad muy irreal...”.

Desde su estreno, El príncipe feliz feliz feliz no se ha modificado y forma parte de las nueve obras que tiene en repertorio Avatares.

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