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Con la proyección de una copia restaurada en cine digital de alta resolución de la cinta Espaldas Mojadas (México, 1955), de Alejandro Galindo, se rinde homenaje al queretano Rosalío Solano (1914-2009), quien fue el director de fotografía de dicha película.
El largometraje se presentará en el marco de su décimo tercer aniversario luctuoso, hoy, con función a las 17:00 y 20:00 horas, en la Cineteca Rosalío Solano. Es entrada libre y el cupo es limitado.
Rosalío Solano nació el 30 de agosto de 1914, en San Sebastián Bernal, hoy reconocido Pueblo Mágico de Bernal. Migró a la Ciudad de México, en su adolescencia aprendió carpintería y a los 17 años, ya instalado en la Ciudad de México, llegó a trabajar en la tramoya del largometraje Sobre las olas (1932).
Cinco años más tarde se convirtió en asistente de fotografía y formó parte del equipo de Gabriel Figueroa en La Adelita (1937). Su carrera como cinefotógrafo inició en la película Doña Clarines, de 1950.
Fue director de fotografía de más de 200 películas; ganó el premio Ariel y la Diosa de Plata. Colaboró con directores de cine como Fernando de Fuentes, Ismael Rodríguez, Gabriel Figueroa, Rubén Galindo, Miguel M. Delgado, Julio Bracho, Ross Fisher, Jack Drapper, Jorge Sthal, Alex Phillips y Matilde Landeta.
Una sufrida travesía
Espaldas Mojadas presenta la historia de Rafael Améndola Campuzano, un hombre que llega a Ciudad Juárez solicitando trabajar de operador de tractor en los Estados Unidos. Pero le dicen que las máquinas allá no son para los mexicanos, así que le ofrecen ir a la pizca. Y él acepta el trabajo “de lo que sea”. Así es destinado a la ciudad de Alabama, pero al no contar con sus papeles en regla le es negado el trabajo.
Al enterarse de la posibilidad de ser “pasado” al otro lado por medio de Frank Mendoza, un personaje corrupto y sin escrúpulos que “pasa a la brava” a los hombres, no duda en aceptarla. Así comienza la travesía de Rafael en donde no se salva de la humillación, explotación y persecución por no tener papeles en regla.
La película que, aborda la problemática de la migración ilegal, persistente en la actualidad, inicia con una “Advertencia importante: los personajes de esta narración no son reales sino representantes simbólicos de la situación que puede crearse cuando alguien se coloca al margen de la ley, y la narración misma no consigna hechos verídicamente históricos. El autor ha combinado hechos ocurridos en fronteras de distintos países para formar un todo de interés dramático. Nuestro propósito es advertir a nuestros connacionales de la inconveniencia de tratar de abandonar el país en forma ilegal, con el riesgo de sufrir situaciones molestas y dolorosas que podrían hasta crear dificultades en las buenas relaciones que venturosamente existen entre ambos países”.
Y brinda una descripción de cómo es Ciudad Juárez, el límite fronterizo, el Río Bravo, el puente grande, por donde pasan a pie o en carro, aquellos que tienen sus papeles en orden. “Por debajo pasan aquellos que no han hecho juramente alguno y además se olvidaron de sacar el pasaporte, los espaldas mojadas; para pasar al otro lado son muchos los requisitos pero la necesidad apremia”.
David Silva, Víctor Parra, Martha Valdés, Óscar Pulido, Pedro Vargas, Alicia Malvido, Carolina Barret, Salvador Godínez, Lola Beltrán, Rogelio Fernández, Guillermo Álvarez Bianchi y José Elías Moreno son los actores que aparecen en Espaldas Mojadas.
Embrujó a La Doña
Gabriel Figueroa, Alex Phillips y Rosalío Solano fueron nombrados por la prensa de la época como Los tres monstruos del cine nacional. El cinefotógrafo queretano inmortalizó la figura de célebres personajes como María Félix, Dolores del Río, Pedro Infante y Mario Moreno Cantinflas.
María Félix fue quien le puso el sobrenombre de El Brujo, luego de ser retratada en un close up para la película La Valentina, le dijo al queretano: “¡Eres un brujo! Porque ni Gabriel me había retratado tan hermosa”.
La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas lo nombró Miembro Honorario y en 1999 recibió la Medalla al Mérito Cinematográfico Salvador Toscano; mientras que en 2007 obtuvo un premio Ariel de Oro por su carrera como cinefotógrafo, y la medalla Germán Patiño, por parte del municipio de Querétaro.
Rosalío Solano falleció el 20 de agosto de 2009 en Cuernavaca. En el 2000 abrieron el Cineteatro, ahora Cineteca, resaltando su nombre.
En febrero de 2014 se inauguró en el Pueblo Mágico de Bernal el Museo del Cine dedicado a la memoria de Rosalío, para exhibir fotografías, reconocimientos y objetos personajes del célebre cinefotógrafo.
ROSALÍO SONALO, UN BRUJO EN EL SET
Rosalío Solano nació el 30 de agosto de 1914, en San Sebastián Bernal.
Comenzó su carrera como cinefotógrafo en 1950, al participar en el largometraje Doña Clarines.
Compartió créditos con directores como Fernando de Fuentes, Ismael Rodríguez, Gabriel Figueroa y Rubén Galindo.
Inmortalizó a leyendas como María Félix, Dolores del Río, Pedro Infante y Mario Moreno Cantinflas.
Falleció el 20 de agosto de 2009, en Cuernavaca.