La Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro continúa con su consulta ciudadana, y en el foro de la región del semidesierto, que tuvo como sede la Casa de Cultura de Tolimán, participaron gestores culturales, artistas, docentes y servidores públicos de los municipios de Colón, Cadereyta de Montes, Ezequiel Montes, Peñamiller y Tolimán.
María Guadalupe Alcántara de Santiago, presidenta municipal de Tolimán, dijo que los saberes ancestrales de la zona otomí chichimeca merecen nuevos espacios de formación y transmisión.
“Tolimán es un gran aliado cultural, nuestra cultura materna ñhöñhö, nuestra indumentaria de gala, artesanas en textiles, ceremonias indígenas, música, danzas, mayordomos, comités, cocineras, médicos tradicionales, huapangueros y nuevas generaciones de jóvenes y grupos artísticos son parte del patrimonio cultural que merece nuevos espacios de formación y transmisión de los saberes ancestrales de la región otomí chichimeca del semidesierto queretano”, destacó la funcionaria.
Alcántara de Santiago también refirió que el foro es una oportunidad para que los municipios plasmen las ideas de sus habitantes en el Plan Estatal de Cultura, y los proyectos sean en beneficio de la ciudadanía.
La secretaria de Cultura, Marcela Herbert Pesquera, señaló que la participación de la gente es primordial, añadió que las opiniones, conocimientos, costumbres e ideas de las y los participantes, ya que enriquecen la creación del Plan Estatal de Cultura 2021-2027, y presentan políticas públicas incluyentes.
Como parte del mismo foro, el gestor cultural José Antonio Mac Gregor Campuzano presentó la conferencia “Políticas Culturales para el Diálogo y la Diversidad”, en la que especificó que la participación ciudadana es el eje de la política en general, principio de la democracia en donde escuchar las voces de las instituciones civiles, los grupos comunitarios organizados y el estado intervienen para orientar el desarrollo simbólico y obtener consenso para un tipo de orden o transformación social.
Agregó que los ejes de la política cultural deben incluir el ejercicio de los derechos culturales y la defensa de las comunidades, así como el ejercicio de la libertad cultural, la participación, el diálogo, el acceso a la vida cultural, la atención a la diversidad desde una perspectiva incluyente y la descentralización de decisiones, bienes y servicios públicos para posicionar a la cultura desde la educación, la salud, seguridad, el medio ambiente, el deporte, el turismo, entre otros.