Don Reynaldo Mota Molina, promotor cultural independiente, melómano y huapanguero de corazón, ha donado a la Fonoteca Nacional el acervo que ha construido durante toda su vida. Avecindado en el municipio de Jalpan y muy conocido por su labor como promotor y difusor de la música mexicana, a través de los programas de radio que ha tenido en Radio Felicidad de grupo Acir y actualmente en Radio y Televisión Querétaro, ha posibilitado que la música regional de nuestro país esté en el imaginario auditivo de cientos de personas.

Don Reynaldo comenta a EL UNIVERSAL Querétaro que el donar su acervo musical tiene dos aristas, por un lado, la conservación de su colección que suma más de 7 mil piezas entre discos EP, cintas magnetofónicas, cassettes, discos de larga duración, sencillos y rarísimas piezas de cilindros de cera de principios del siglo XX, así como inéditos huapangos y piezas musicales cantadas en lenguas indígenas; aunque el acervo también incluye discografía de géneros internacionales. Pero por otro lado, tendrá la tarea de difundir y poner al alcance de la sociedad estas preciosas joyas musicales.

Don Reynaldo explica que su pasión por la música nació cuando sólo era un pequeño y, con el paso del tiempo, fue atesorando discos. “Mi afición por la música comenzó alrededor de los dos años y medio de edad, cuando el único medio masivo de comunicación era la radio allá por 1937. Durante mi niñez y adolescencia esta afición se acrecentó en el género popular con el bolero por la fuerte influencia de los tríos llamados románticos (…) Pero no me conformé con sólo escucharla, sino que empecé a adquirir los discos de pasta de 78 rpm con que podía reproducirla en cualquier momento.

Con el tiempo y el desarrollo tecnológico de la música grabada aparecieron los discos de larga duración (LP) y en la década de los años 50 se encontraba en auge en México la difusión de los sistemas de alta fidelidad y estereofonía, lo que intensificó mi inclinación musical; no sólo esto, sino que mi interés y afán de conocimiento por la música diversificó mi afición, apuntalada por la gran cantidad de tiendas de discos que ofrecían enorme variedad de géneros y calidades de todas partes del mundo. Las visitaba prácticamente todas con la frecuencia y capacidad que permitían mis recursos económicos. La cinta magnetofónica y los discos compactos (CD) desplazaron los discos de vinil y, finalmente hasta ahora, los dispositivos móviles a todos los anteriores”, detalla el promotor cultural independiente.

Además, Mota Molina, quien también fue fundador y promotor del Festival de Huapango, comparte que la Fonoteca Nacional tiene en resguardo algunas de las piezas de su colección para su estudio, catalogación, difusión y preservación a través de respaldos digitales; sin embargo, las piezas originales serán devueltas al propietario debido a que el Museo de la Sierra Gorda abrirá dos salas con todas las características necesarias para elaborar la fonoteca que resguarde el acervo.

Muy emocionado platica que “la fonoteca también comprende una sección de grabaciones de campo y de videos domésticos que aglutina parte de entrevistas, festivales, topadas y actuaciones que enriquecieron el conocimiento del arte esplendoroso del huapango”.

Esta será la segunda fonoteca en los estados, además de la nacional, que esté al alcance de la sociedad. Sin duda un legado histórico para la cultura en México.

Don Reynaldo ha sido ganador de diferentes reconocimientos por su labor de difusión y preservación del género musical del huapango, ello le ha llevado a recibir la presea “Sol Poniente” que otorga el patronato Pro-Huapango y Cultura Huasteca. Además de la música mexicana, la fonoteca tiene en su acervo música sacra, ópera, medieval, autores clásicos, ragtime, jazz, blues, big bands, temas de películas, canto nuevo, música latinoamericana entre otras.

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