La danza contemporánea no es un hobby, los bailarines diario tienen clase y ensayan, “se ensaya y se repite, se repite, se repite, esto es un trabajo, pero eso no lo ve la gente, hace falta información y un trabajo didáctico de la Secretaría de Cultura municipal y estatal”, dice Alejandro Chávez, bailarín, coreógrafo y director de la compañía Ciudad Interior.
Desde 1989, el 29 de abril se celebra el Día Internacional de la Danza; y en lo que refiere a la danza contemporánea en Querétaro, más que una fiesta, hace falta un análisis de lo que vive el gremio y tomar acciones desde las instituciones culturales.
En palabras de Alejandro, la danza contemporánea en Querétaro está abandonada, no hay una cercanía de parte de las dependencias de cultura que les permita reconocer el trabajo del gremio y crear proyectos en conjunto, “porque no es nada más hacer un festival, sino fortalecer a toda la comunidad de Querétaro”, refiere.
El experto revela que a la fecha no se ha realizado un diagnóstico que exhiba las necesidades de la disciplina, un estudio aplicado a bailarines, coreógrafos y docentes del área.
“Siempre lo he señalado: falta el diagnóstico, esa parte está pendiente, pero no hacer los diagnósticos desde el escritorio, sino con la gente de danza para poder realmente impactar, eso es lo que nos falta, se necesita hacer un diagnóstico y se tiene que preguntar a la gente qué es lo que necesita”, cuenta Alejandro durante una entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.
Al ser cuestionado sobre las acciones que, a su consideración, impulsarían el desarrollo de esta disciplina, dijo “que tomen realmente en cuenta a la gente de la danza, la gente de la danza ha estado abandonada, porque sí se ha creado un movimiento en el estado, y hay veces que se contratan a algunos grupos para los festivales, pero no existe un festival de danza contemporánea en Querétaro, no tenemos un teatro real para danza, se necesita eso y más”, lamenta el experto.
En los últimos años, Ciudad Interior trabajó con el apoyo de México en escena, programa impulsado desde la Secretaría de Cultura a nivel federal.
“Y no es lo mismo hacer danza con un apoyo, a que esté disponible el dinero para producir, porque hacer danza sólo con los cuerpos sirve, pero no tiene un impacto mayor. Y aquí la danza contemporánea ha estado sola, yo siempre lo he dicho, siempre he invertido dinero, antes de llegar a México en escena invertí dinero para que sucedieran las funciones con calidad, una calidad buena en iluminación, escenografía. Y aquí falta más trabajo, no es nada más hacer un festival, sino fortalecer a toda la comunidad de Querétaro”.
MEMORIA DEL 2020
La pandemia exhibió, dice, las carencias del medio, el distanciamiento y poco interés de las instituciones culturales por la danza contemporánea.
Agrupados en colectivo, 15 compañías queretanas de danza contemporánea solicitaron en 2020 (meses después de iniciar la pandemia, y cancelar sus funciones y clases) el apoyo a la Secretaría de Cultura del estado de Querétaro, que en ese momento era dirigida por Paulina Aguado Romero, a cambio de talleres, funciones y otras actividades relacionadas con su disciplina y experiencia.
“Si acepto su propuesta para recibir apoyo directo, ¿qué le digo a los demás artistas que no se está apoyando? Porque, ¿si habría que apoyarlos?”, fue lo que respondió Aguado Romero al Colectivo Danza Independiente Querétaro.
Mediante un comunicado de prensa, el colectivo respondió a la interrogante de la funcionaria, con una serie de observaciones y cuestionamientos:
“¿Por qué nos preguntan a nosotros, los artistas en situación precaria y quienes traemos propuestas y alternativas, quienes tenemos las apremiantes necesidades, algo que la institución gubernamental es quien debería estar preparada para no tener que preguntar?”.
“De acuerdo a los planes y programas de la Secretaría de Cultura, las propuestas de la dependencia no corresponden a las necesidades económicas para sobrellevar la Contingencia por Covid-19, que implicaría no tener que llegar a someter proyectos a concursos para solamente justificar recursos de la institución”.
Apuntaron que los apoyos se deberían distribuir de manera consistente: “Los recursos están presentes, y habría que distribuirlos de manera consistente a las necesidades y prioridades ante la emergencia. Pero no a las políticas, sino a las sociales”.