“Vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala”, escribió el argentino Jorge Luis Borges, en El Aleph. La española Laura Romero también quedó encantada con esos atardeceres queretanos, y ha llamado Poniente a una de sus obras más recientes, una pieza creada con la encomienda de hablar de la ciudad, desde su propio lenguaje.
Laura es originaria de Madrid y llegó a establecerse en Querétaro hace ocho años, una forma de conocer la ciudad fue por medio de la fotografía. En esos ocho años, ha visto crecer a la ciudad y con el tiempo ha descubierto que es parte de ella.
“Al principio para mí era algo distinto, no me acababa de encontrar. Todo el mundo cuando emigra tiene ese sentimiento de haber dejado algo, de no encontrarse. Y bueno, ahora ya puedo decir que sí pertenezco a esta ciudad, que también ha cambiado bastante, pero también ha cambiado en mi interior el sentirme ya aparte de aquí”, platica en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.
Teresa García Besné, titular de la Secretaría de Cultura del Municipio de Querétaro, fue quien invitó a Laura a crear una obra que hablara de Querétaro, pero desde su propio lenguaje. Al principio, confesó la artista, “me dio un poco de vértigo. ¿Qué hace una española haciendo una pieza de Querétaro?”.
Laura Romero es una artista multidisciplinar, trabaja la pintura, la fotografía, la instalación, la gráfica y la escultura. Y uno de sus temas principales es la ciudad. Para crear Poniente, se inspiró en la arquitectura de Querétaro, pero principalmente en sus atardeceres.
“Pensé en cómo plantear la ciudad de Querétaro, desde un punto escultórico, o de pieza, así lo llamo porque tiene pintura. Y se me ocurrió dividirlo en dos partes, hacer una parte de cúpulas, de cielos y una parte de arcos. Siempre he pensado que las cosas que más me han llamado la atención y que más preciosas me parecen de Querétaro son sus puestas de sol, entonces con el color quería reflejar también esas puestas de sol que creo que son maravillosas en esta ciudad. Entonces, la idea fue mezclar en una especie de cubo doble todo ese conjunto que, para mí, resumía bastante la ciudad de Querétaro, las sensaciones, en colores, en sus cielos y en sus arcos”, detalló la artista.
La pieza se llama Poniente, añadiendo además un guiño al otomí, “ñuhyadi”, “lugar donde se pone el sol”.
“Es una pieza que está hecha con mucho cariño y me encantaría que todo el mundo pudiera disfrutar de ella”.
Expuesta en La Vía
Poniente se encuentra en el Centro de Formación Artística Infantil y Juvenil La Vía, espacio del gobierno municipal que se inauguró este año, con el objetivo de brindar formación artística inicial en las artes plásticas, música, teatro y danza.