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Un golpe de color es lo que aprecia el espectador que visita la Galería Libertad, específicamente la sala donde se recreó el taller de serigrafía de la Casa de Cultura Ignacio Mena, como parte de Retrato hablado, exposición documental de Gerardo Esquivel y Julio Castillo.
Ese golpe viene de los carteles que están colgados en la galería, porque así están tapizadas las paredes del taller; en la sala también hay herramientas y utensilios de trabajo, incluso hay botes de basura que en los días de trabajo han sido chorreados de pintura, y en su interior yacen algunas estopas ya utilizadas, así que hasta el ambiente total de un taller de serigrafía está presente en Galería Libertad.
“En 1978, Alfredo Juárez fundó el taller de serigrafía de la casa de la cultura, casa de Ecala, en los altos hasta donde se llegaba por una hermosa y vetusta escalera de caracol realizada en madera. Ya un año antes Julio Castillo y Gustavo Pérez habían experimentado trabajar en pantallas de organza una serigrafía rudimentaria poco efectiva y con muchos cuestionamientos. (…) Alfredo junto a Paula y Lupita de Allende pensaron en crear un taller de serigrafía en la casa de cultura con la idea de enseñar y de imprimir lo que se necesitara y pudiera para la difusión de las amplias actividades que se ofrecían”, escribió Gerardo Esquivel en su libro la Agonía Moderna y Arte.
El taller después llegó a la Casa de Cultura Ignacio Mena; Daniel Orlando Ramírez, actual maestro y encargado del taller, evoca aquel 1978 y la creación del lugar como un punto de ebullición intelectual y artístico, que asustaba a los queretanos de entonces.
“El taller de serigrafía y en general la Casa de Cultura era un espacio de transgresión porque se confrontaba a la tradición, se desafiaba a esa sociedad conservadora de los 70, y estos jóvenes artistas (Julio y Esquivel) traían unas propuestas plásticas más arriesgadas, que asustaban a la sociedad. A partir del 82 y 84 empiezan a emigrar, todos se van a Europa y quien se queda a cargo del taller es el maestro Julio César Cervantes El Diablo, y cuando regresan el taller toma un auge, porque empezaron a recibir apoyo, personas como el arquitecto Antonio Loyola, como encargado del Patronato de las Fiestas, les empieza a encargar diversos trabajos”, explica Daniel en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.
Además de la serigrafía trabajaban en proyectos para Día de Muertos y Navidad. “Ellos crearon cartonería para diferentes eventos, porque les daban mucha importancia a los artistas, y hacían creaciones realmente maravillosas, ellos hacían los carteles para los ciclos de cine, invitaciones para las exposiciones, hicieron un sinnúmero de creaciones artísticas, su presencia fue importantísima”.
Hasta en sus últimas semanas de vida, Esquivel mantuvo relación con el taller, aunque “en los últimos años ya no iba mucho al taller porque estuvo un poco mal de salud, y los solventes le causaban mucha molestia, pero dos semanas antes de él que falleciera íbamos a imprimir una serigrafía, que se quedó a la mitad, él sólo hizo el diseño, ya no regresó a imprimirlo, porque se sintió mal y a las dos semanas falleció”.
Un montaje con todo y herramientas
En Galería Libertad se dedicó una sala para la recreación del taller, un montaje donde se aprecian carteles, además de herramientas y utensilios propios del trabajo artístico.
“Hicimos una instalación en donde se recreó el lugar de trabajo donde Gerardo Esquivel y Julio Castillo desarrollaban su obra, nos llevamos elementos propios del taller, como las piezas que cuelgan de las paredes, en el taller todas las paredes están tapizadas con las piezas que se hicieron antes y de obra de alumnos más recientes, cuando entras a la galería es como un golpe del color, al ver una saturación de tantos cuadros, también nos llevamos mobiliario que podría utilizarse como bancos, bisagras, incluso los botes de basura, era bien importante en la recreación, porque con el paso del tiempo han ido adquiriendo una personalidad propia, han ido adquiriendo un carácter porque se han ido manchando de tinta, se empiezan a crear piezas que en sí mismas son representativas del taller y juntamos todos esos elementos, incluso nosotros llevamos estopas que estaban en la basura, porque incluso el olor participa en esta atmósfera que queríamos recrear del taller”.
Esta semana la Casa de Cultura Ignacio Mena inició con las inscripciones para sus talleres del primer periodo 2022, que corresponde del 17 de enero al 30 junio; para el taller de serigrafía hay dos grupos: el primero es de martes y jueves de 10:00 am a 1:00 pm; y el segundo de lunes y miércoles, 5:00 pm a 8:00 pm, ambos con Daniel Orlando Ramírez.
Retrato hablado estará en Galería Libertad hasta 13 de febrero, es una exposición con obra de Gerardo Esquivel y Julio Castillo, vista desde distintas perspectivas.