En homenaje a Esteban Galván Rivera, ícono de la fotografía en Querétaro, hoy habrá una conferencia sobre su vida y obra en el Centro Queretano de la Imagen, a cargo de Esteban Galván Reséndiz. Y el jueves 18 de julio será la inauguración de la exposición fotográfica “A la memoria, 20 años, Esteban Galván”.

Esteban Galván Rivera nació en el famoso barrio de La Cruz el 26 de abril de 1927, hijo de Salvador Galván, maestro de dibujo y modelado. A los 18 años, Esteban hizo de su pasión por la foto su vocación, al ver publicada una de sus primeras fotografías de la peregrinación a la Basílica de Guadalupe.

“Mi abuelo era una persona muy estricta, y lo que les pedía a sus hijos es que todos estudiaran, pero mi padre fue el rebelde y le dijo que le gustaba la fotografía, mi abuelo le comentó: Pues si te gusta, adelante, pero a ver si de eso comes, porque sin estudios no vas a vivir de la foto”, platicó Miguel Ángel Galván Reséndiz en una pasada entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.

Con cámara en mano, Esteban recorrió varias partes de México, y aunque la foto de arquitectura era su fascinación, también retrató a célebres personajes que visitaban la ciudad como Lucía Méndez, Sasha Montenegro y Olga Breeskin; políticos e industriales de Querétaro también posaron para su lente y reconocieron el trabajo del maestro Galván, Galvancito, como le decían de cariño al fotógrafo, que hoy es considerado un icono de esta disciplina en la entidad queretana.

Galván Rivera formó parte de la generación de queretanos reunidos en el primer Club Fotográfico, fundado en 1950; y su obra es considerada una crónica de la historia del Querétaro del siglo XX.

En 1955 abrió la tienda de Servicios Gráficos Galván, tomaban foto de bodas, graduaciones, publicidad para industrias, comercios; y su buen ojo le trajo premios locales, nacionales e internacionales.

“Uno de sus grandes logros fue sacar una medalla de plata en la UNESCO, en un concurso con el tema de la familia, en la que iban unos otomíes en sus burros y sus productos, el titulo era: Vamos a mercar. También lo invitaron a Cuba a exponer y, aprovechando el viaje, hizo unas fotos que luego presentó en la Casa del Lago de la UNAM, a ese nivel es mi padre”, recordó también Miguel Ángel.

El 13 de julio de 1999 falleció Esteban Galván Rivera, y Miguel Ángel se hizo cargo de la tienda y estudio, ubicado en el Pasaje de la Llata, hasta 2010, año en que cerró, la principal causa fue la efervescencia de la foto digital.

“Era muy difícil mantenerse porque cualquier persona con una cámara digital se sentía fotógrafo y por tener un ingreso malbarataba el trabajo; también fue cambiando la forma de ver la fotografía y la gente ya no quería irse a retratar a un estudio, las industrias comenzaron a tomar ellos mismos sus fotos con cámara digital, por eso decidí cerrar, vendí todo y sólo guardé las cámaras de mi padre”, explicó.

En 2017, el Centro Queretano de la Imagen abrió el Laboratorio Fotográfico Esteban Galván para impulsar la foto análoga, el revelado e impresión y enaltecer el nombre de un gran fotógrafo.

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