Con la presencia de su autora, se inauguró No hay lugar para un hogar en Galería Libertad. Alix Yolitzin reflexiona en esta serie sobre el despojo y el complejo proceso de obtener una vivienda, principalmente para las mujeres.
No hay lugar para un hogar forma parte de la primera temporada de exposiciones que presenta dicha galería, acompañada de las series: Variaciones sobre distintos temas de la abstracción al pensamiento, Impacto táctil y Ensayo de lo cotidiano...
Las cuatro exposiciones estarán hasta el 9 de febrero, de lunes a sábado de 10:00 a 19:30 horas, en Galería Libertad. El acceso es libre.
No hay lugar para un hogar (2023-2025) da continuidad al trabajo de Alix Yolitzin dedicado a las vivencias de la mujer en México. En esta muestra su trabajo se centra en exhibir, desde el arte, sobre despojo, el difícil acceso a la vivienda y a una casa propia, la construcción de la memoria y el derecho a habitarla.
La muestra reúne 27 piezas de pintura, dibujo, grabado, instalación y arte objeto, que reflexionan sobre el derecho a una vivienda digna para las mujeres.
La idea de tener y vivir en una casa propia, es un anhelo que germina desde la niñez. “Sin embargo, al llegar a la vida adulta nos damos cuenta de que las probabilidades de poder vivir en el derecho de habitar un espacio que cubra nuestras necesidades es demasiado difícil para una mayoría de nosotras, las mujeres”, explica la artista previamente a EL UNIVERSAL Querétaro.
Lee más: Alix Yolitzin expone las dificultades de tener una casa propia
En un comunicado de la Secretaría de Cultura del Estado, se compartió que en Variaciones sobre distintos temas de la abstracción al pensamiento, Bernardo Barquet ofrece su obra profunda y compleja, en la que muestra su talento, pero también una inmensa dedicación y un esfuerzo constante detrás de cada propuesta.
De acuerdo con Jordi Boldó, “Barquet profundiza con admirable tenacidad en todo lo que emprende, tejiendo diálogos y convergencias entre los diversos oficios que practica: arquitecto, pintor escultor, dibujante, grabador fotógrafo, ceramista y profesor universitario en diseño arquitectónico, por mencionar sólo algunos”.
María José González, en Impacto táctil, invita a tocar las piezas y vivir una experiencia distinta y divertida, en la que los espectadores tendrán la oportunidad de explorar el mundo a través del tacto. Las tres piezas de su exposición, dedicada principalmente a invidentes, son la versión táctil de su obra escultórica en la que hace a un lado la orden de “no tocar” que siempre se encuentra a la entrada de un museo o galería de arte.
Lee también: Una luz en los Pasajes de una noche larga
Y en Ensayo de lo cotidiano..., Ana Karen Cervantes Cruz replantea la violencia a través del género, la importancia del feminismo como teoría crítica y la imposición de los estereotipos y roles sociales.
De acuerdo con Dolores Buenrostro, la obra de Cervantes “es no sólo una crítica social, sino también personal, pues la inmersión en el sistema patriarcal movido por el capitalismo arrojará hacia una desigualdad no solo en el género, que es el tema que la artista atiende, sino en muchos aspectos de la vida hipermoderna”.