En la capital queretana se encuentra un pequeño pero acogedor espacio dedicado a reinventar los tradicionales molletes, combinándolos con novedosos toppings que deleitan el paladar de los comensales.
“Mucho Mollete” es un pequeño local ubicado en la planta alta, el cual resalta por su decoración en tonos grises y rosados, que contrastan con su barra y sus mesas de madera, las cuales invitan a sentarse y disfrutar de un exquisito mollete o un pan dulce, acompañado por un café, mientras se observa el acelerado ritmo de la ciudad.
El característico aroma a pan recién horneado es lo que marca el camino hacía el lugar, que sorprende a quienes llegan con exquisitos molletes combinados con chilaquiles, mini albóndigas, milanesa, rajas o champiñones.
“Aquí uno elige todo, desde el pan, que puede ser blanco o integral, el tipo de queso, los frijoles —bayos, negros, con chorizo o con chipotle—, y los toppings, tenemos los clásicos como jamón, chorizo, tocino, y los gourmet, que son chilaquiles, mini albóndigas, milanesa de pollo o res, rajas con elote y champiñones”, comentó Cinthia Núñez Ojeda, visionaria del proyecto, quien destacó que para los dulceros se ofrecen las opciones de cajeta, nutella, crema de cacahuate o azucarado con mantequilla.
Este novedodo concepto surgió gracias al gusto de su creadora por el pan dulce, pasión que la llevó a aprender el oficio de panadera.
“Yo estudié medicina y la ejercí durante 10 años, pero siempre tuve la inquietud de aprender a hacer pan, encontré una escuela aquí en Querétaro y comencé con mis clases, pero yo salía con 40 panes y por más que me guste el pan, no como esa cantidad, así que comencé a ofrecerlo con personas cercanas”, dijo al confesar que inesperadamente recibía muy buenos comentarios, por lo que decidió emprender un negocio.
“Yo no quería una panadería como tal porque eso implica mucho trabajo, entonces estuve pensando y nació la idea de revolucionar los molletes, poniéndoles un complemento poco común, que además de hacerlos novedosos, los convierte en una comida más completa”, dijo.
Para garantizar una experiencia única, el pan es elaborado de manera artesanal y aderezado con hierbas secas para resaltar el sabor; de un bolillo se pueden preparar dos molletes al gusto.
Por su parte, las exóticas combinaciones nacieron de probar los platillos que podrían servirse con los molletes, resultando como los más pedidos por los comensales los de chilaquiles, champiñones y el “cajetoso”, que se sirve con cajeta, plátano y nuez.
La creadora del proyecto confiesa que el característico sazón de los guisos fue heredado por su padre, Eduardo, quien le dio uno de sus primeros consejos para aprender a cocinar.
“Lo que más chulea la gente de los molletes es el sazón que heredé de mi papá, aunque mi mamá también cocina. Él me enseñó a cocinar, y recuerdo que siempre me daba consejos, por ejemplo, decía que la sal se le pone a la comida sintiendo el sabor y no por medida, como muchos lo acostumbran”, recordó Cinthia.
Mucho Mollete
Se encuentra dentro de Plaza Paleta, sobre la calle Hidalgo #218, en el Centro.