Comenzó haciendo danza clásica, luego Pilar Vega (1961-2023) encontró en el teatro y las marionetas su gran pasión. En homenaje a su vida y legado artístico, la Secretaría de Cultura del Municipio de Querétaro, liderada por Daniela Salgado, recordará a Pilar Vega en el Monumental Altar de Día de Muertos que este año se instalará en la Alameda Hidalgo; con esta ofrenda también se honrará a personas destacadas de los Barrios Tradicionales del Centro Histórico.

La inauguración del altar está programada para el miércoles 30 de octubre, a las 18:00 horas, en la Alameda. La hija de Vega, Mahets’i Kosta Vega, y el también actor y director de teatro Leonardo Kosta, aportarán al altar algunas de las marionetas creadas por Pilar, además de algunos huipiles, una prenda tradicional que coleccionaba la artista.

Pilar Vega creó un repertorio de montajes de títeres en los que destaca El grito de Independencia, El príncipe feliz y Calacas y Calaquitas. Para las niñas bonitas y pa’ los niños glotones: Calacas y Calacones, de esta última obra que la artista presentaba tradicionalmente en la temporada de Día de Muertos, se harán una serie de presentaciones especiales junto al magno altar.

Leonardo Kosta es el director Calacas y Calaquitas, y entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro adelantó que será él mismo, junto a la actriz Claudia Gutiérrez, quien por varios años actuó junto a Pilar, quienes realicen las presentaciones de este espectáculo dedicado a una de las más famosas tradiciones mexicanas.

“Calacas y Calaquitas es un juego con marionetas y muñequitos, obviamente la obra es muy mexicana y está presidida por la Catrina, con algunos textos dichos en verso. Hay algunas calacas artesanales mexicanas hechas por artesanos mexicanos, y otras hechas por Pilar. La presentación será con Claudia Gutiérrez, los dos hemos agarrado los espectáculos que ella ya no podía hacer”, detalla Kosta.

Una mexicana con gran corazón

Mahets’i recuerda a su madre como una mujer de gran corazón, orgullosa de ser mexicana. “Es la tercera de ocho hermanos, de una familia queretana muy unida; fue una gran mamá y tenía un gran corazón, le gustaba mucho jugar, las muñecas, las artesanías y sobre todo los bordados indígenas, que siempre portó orgullosa, y como buena mexicana también le gustaba el tequila”, compartió Mahets’i.

En la Alameda Hidalgo, durante marzo pasado, se presentó la exposición M100 en donde destacó una pintura creada en homenaje a Pilar Vega; la pieza fue hecha por Regina García Vega, artista visual y sobrina de la maestra titiritera. La joven pintora compartió con esta obra un mensaje: “No se olviden que Querétaro tuvo una artista muy importante, que fue Pilar Vega”.

La pintura de Regina muestra a la maestra titiritera levantando el telón, ante los ojos de unos pequeños espectadores. También resaltan personajes de distintos proyectos, uno de ellos es la obra El grito de Independencia, además de El príncipe feliz, con un corazón en donde está la propia Pilar.

“Para crear la pieza pensé principalmente en un teatro y como mi tía era titiritera, quería que ella abriera el telón y mostrara varios de sus títeres, como El príncipe feliz, el cual me pareció muy bonito incluir, si no han visto la obra, en YouTube hay un canal que se llama Marionetas Pilar Vega, en donde está. La obra relata la historia de un príncipe feliz que, cuando muere, le hacen una estatua y ahora como ya no puede ignorar lo que pasa en su reino, del dolor se empieza a enfermar y cuando lo ven feo lo derriten, pero lo que no pueden derretir es su corazón; cuando hable de la idea de mi pieza, mi prima Mahets’i dijo que estaría bien dibujar en el corazón del príncipe, el alhajero donde pusieron las cenizas de mi tía Pilar, así que el corazón del príncipe feliz guarda a mi tía Pilar”.

Por algunos años, Pilar Vega y Leonardo Kosta trabajaron en Quintana Roo, ahí es donde Pilar destacó con personajes como Leona Vicario y Sor Juana Inés de la Cruz.

“Pilar siempre fue una mujer muy guapa, y vestida de monja, en su papel de Sor Juana, era muy bonita, pero en ese tiempo las monjas no podían caminar por las calles con sus hábitos, entonces la gente se sorprendía mucho cuando encontraba a la monja (Pilar) porque trabajamos en un parque y ella tenía que caminar unos 200 metros para llegar al escenario y la gente se quedaba sorprendida al ver la monja en la calle”.

A su regreso a Querétaro, continuaron haciendo su trabajo teatral. Con más de 40 años dedicada al arte, Pilar Vega presentó montajes de títeres como El grito de Independencia, El príncipe feliz, además de Calacas y Calaquitas. También hizo cine, en proyectos como El señor de la Santa Cruz.

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