Rosalinda, María, Michel, Santiago, Pablo y Karla comparten la historia de cómo se convirtieron “en una simple cifra, en un país donde uno de cada cinco niños sufrirá violencia sexual durante su niñez. Atrapados en el miedo, la ansiedad y la depresión, viajan a través de un agujero de gusano tratando de encontrar un nuevo significado a sus vidas”.
Esa es la sinopsis de “Silencios”, documental de Gladys González, quien comparte el testimonio de hombres y mujeres que en su infancia fueron abusados sexualmente por personas cercanas, como amigos o parejas de sus padres.
El documental ha sido seleccionado para participar en The Feminist Film Festival (Rumania), Semana por la soberanía audiovisual (Ecuador), Dulcísimo Ovario (Hidalgo, México), Festival de cine social y derechos humanos-CINE OTRO (Chile), XVIII muestra de mujeres en el cine y la TV México y Apatzingan Festival Internacional de Cine.
Dentro de la V Edición de Dulcísimo Ovario estarán presentando “Silencios” del 21 al 24 de octubre, a través de FilminLatino, en el programa “Existimos porque resistimos”.
El filme abre con un dato duro: “Uno de cada cinco niños nacidos en México, sufrirá abuso sexual durante la infancia”.
Después se ve un paisaje y esqueletos de niños colgando; en la Sierra de Querétaro hay una tradición de colgar esqueletos en el bosque durante el Día de la Muerte, “tomamos esa tradición cultural y la colocamos en nuestra narrativa como los niños que sufren abuso sexual infantil en México”, explica la directora.
Los testimonios revelan las circunstancias en que se originaron los abusos, destacando que fueron personas cercanas a la familia, amigos que se ganaron la confianza de los padres y los mismos niños. Pero también destacan una desinformación de lo que es un abuso y qué hacer ante ello, lo que les traía culpa y miedo a las víctimas, porque también eran amenazados.
Una de las protagonistas relata que la pareja de su madre abusó de su hermana, la madre lo corrió de la casa, pero el hombre regresó con ellas y tuvieron que convivir por 10 años, “haciendo como que nada pasó, conviviendo como si fuéramos familia, como si nada hubiera pasado, hasta que exploté”, cuenta.
Romper el silencio, es por lo que aboga este proyecto liderado por Gladys.
“Esperamos que la pieza pueda seguir ayudando a personas no sólo en México, sino en todo el mundo. No podemos quedarnos callados, porque es un tema que nos da pena o nos avergüenza, porque nuestro silencio como adultos vulnera a los niños y fortalece a los agresores. Por infancias felices y con dignidad, hablemos de educación sexual y rompamos el pacto de silencio”, expresa la directora.
Gladys González es autora de los cortometrajes “La vena de henequén” y “Quizás salga hoy”. Además de ser co fundadora de la productora Los Lazarillos.