Madrid.— La edad y los excesos existenciales le están pasando factura a Joaquín Sabina. El cantautor español sufrió una caída repentina en el Wizink Center de Madrid.
No sólo ocurrió durante el concierto que protagonizaba junto a Joan Manuel Serrat sino que el inoportuno amago sobrevino en el día en el que cumplía 71 años, por lo que no pudo apagar las velas de su aniversario. La presentación quedó aplazada para el 22 de mayo.
Las primeras informaciones apuntaban a un desmayo, pero luego se informó que, transcurrida una media hora de concierto, cuando el cantante empezaba a presentar el tema “Mediterráneo”, avanzó hacia la parte frontal del escenario, no vio que se terminaba y se cayó al foso de seguridad.
El concierto, realizado en uno de los escenarios más emblemáticos de la capital española, quedó temporalmente suspendido después de que la estrella se desplomó y fue ser desalojada en camilla por los servicios de emergencia, mientras el Wizink Center se quedaba paralizado.
“Estaba hablando y se ha caído. Estamos sobrecogidos”, relataban sus fans tras el accidente.
Pero Sabina regresó en silla de ruedas para explicar al auditorio que el golpe había sido muy fuerte y que se había hecho mucho daño en un hombro, por lo que fue trasladado al hospital para ser evaluado.
Un portavoz de Get In —una de las promotoras del espectáculo—, dijo a los medios de comunicación que Sabina “se encuentra bien y no ha perdido en ningún momento la conciencia”.