Aún cuando se registró una temperatura de 9 grados centígrados en el municipio de Corregidora, los mariachelos no perdieron la oportunidad de seguir celebrando el Día de Muertos con el espectáculo No Dj Set, encabezado por el vocalista de Café Tacvba, Rubén Albarrán, quien al ritmo de mezclas electrónicas puso a bailar a todos los asistentes durante la quinta edición del Festival Nacional de Cerveza Artesanal “Mariachela”.
Horas antes, cerveceros de todo el país instalaron sus stands en la explanada del lienzo charro Hermanos Ramírez, para promover la cultura del buen beber a través de marcas como Lobos, Allende, Tao Lucha, Mitote, Ocaña, Casas Viejas, Pirámides, Ejemplar, Onomatopeya, Toro y Hércules. También estuvieron presentes algunas etiquetas europeas traídas desde Alemania, República Checa, Rusia, Polonia, Austria y Estonia.
Durante el recorrido realizado por EL UNIVERSAL Querétaro, el productor hidalguense Claudio Reyes, de la Compañía Cervecera Mexicana, explicó que aunque estos festivales permiten a los empresarios promover sus productos, aún es complicado incentivar el consumo de este fermentado artesanal en el país.
“Este proyecto nació en Hidalgo en 2012. Vamos a cumplir apenas seis años produciendo cuatro estilos de cerveza, como la Arrecife: una lager estilo pilsener con notas a lúpulo y durazno, y la Barley wine, una cerveza con notas a caramelo, dulce de leche, dátiles y frutos tropicales, que nosotros llamamos el cognac de la cerveza por su sabor. Aunque hemos ganado medallas de oro, plata y bronce en competencias como ‘Cerveza México’, aún es complicado convencer a los clientes, sobre todo por el precio. Los costos de cada cerveza artesanal se elevan por el impuesto especial sobre la producción (IEPS), en el que nosotros estamos grabados con el 26.5%, más aparte el 16% de IVA, que en suma, representa casi el 50% del valor total del producto; además, toda nuestra materia prima es de importación, así que el tipo de cambio nos afecta, ya sea en euros o dólares”, compartió Reyes, un ex capitán piloto aviador, egresado de la escuela de aviación Daytona Beach, Florida, que decidió bajarse de los aviones para aportar con su proyecto a la producción nacional de esta bebida, porque “la cerveza es mi segunda mujer, me robó el aliento”, agregó entre risas.
A través de Pirámides, el mexiquense Franz Huitrón ofreció 24 diferentes combinaciones de cerveza con nopal, tuna, frutos rojos, mezcal y tequila, inspiradas en la tradición gastronómica de México.
Por otra parte, la cervecería queretana Hércules sorprendió al público con su nueva presentación en lata, además de sus recientes logros en la competencia Cerveza México, en la que fueron acreedores al oro con la pale ale Raymundo Centeno y con su imperial stout de barrica de mezcal.
“La idea de poner esta cervecera surgió en 2011. Como el proyecto está situado dentro de la antigua textilera Hércules, en lo que se restauraba el espacio y se instalaba la planta, hasta 2013 sacamos nuestro primer lote de cerveza artesanal Hércules, abriéndonos camino como la cerveza artesanal de la región”, aseguró.
Durante esta edición, el público disfrutó de un ambiente festivo inspirado en la tradicional celebración del Día de Muertos, por lo que fueron dispuestos cráneos monumentales, catrinas mojigangas y un altar con flor de cempasúchil para recordar y brindar por los que se han adelantado.
Abriéndose paso sobre el escenario al unísono de “Sound of the music” de la película La novicia rebelde, Rubén Albarrán presentó su No DJ Set, un proyecto de música electrónica impulsado en su faceta independiente, en donde alterna diversos géneros musicales.
Para el festival, Albarrán decidió arrancar con el ritmo tropical de “La cumbia para el pueblo” de Chucho Ponce & los Daddys de Chinantla, siguiendo con “Me voy pa’ Porce” de la Misa Negra y “La vida es un carnaval” de Celia Cruz, entre otras canciones que permitieron al público librar el frío en parejas.
Durante la presentación, el artista sorpresivamente dejó el tocadiscos atrás para interpretar “Futuro”, del último álbum de los Tacvbos, desatando con ello la euforia de los asistentes, quienes lo acompañaron hasta el final de la noche con el ska y la música electrónica de exponentes como Simian Mobile Disco y Bobby L’Avenir.
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