Lo agrupación de Costa Rica, Shimdra, prepara un nuevo material con una esencia diferente, no deja las raíces pero sí los significados que cambian, evolucionan, sin dejar de lado el género del rock y nos traen buenas noticias: la preparación de nuevo material y una posible vuelta a México.

Platicamos con Ale Calderón, líder y guitarra de la agrupación, que nos cuenta pormenores de lo que viene con la banda.

Shimdra ha pasado tiempo desde la última vez que estuvieron en México, ¿qué ha sucedido con la banda, qué se avecina para este segundo semestre del año?

Ha pasado muchísimo tiempo y eso no nos gusta, queremos volver a México y esperamos que sea pronto, porque nos hace mucha falta estar por allá. Hemos estado con mucho trabajo, venimos llegando de Córdoba, Argentina, nos tomamos 22 días para realizar la producción del álbum nuevo con Mario Breuer y todo un equipo increíble. Ya todo está listo para la etapa de mezcla, masterización y después ir a defenderlo con garras y dientes, porque realmente ha sido un esfuerzo increíble y uno piensa que de verdad tiene que valer la pena. Como te decía, esperamos volver a México antes de que acabe el año, con nuevas canciones y un gran álbum bajo el brazo, también hemos postulado a algunos festivales importantes en países tanto del sur como del norte del continente, estamos cruzando dedos pero con mucho trabajo.

“En estos tiempos no es fácil para una banda de rock arriesgar tanto, aún si tenemos que seguir a nuestro corazón, porque ese no se queda quieto. Queremos seguir con el paso que llevamos, franquear más fronteras, conocer más lugares y por supuesto volver con más constancia a Ciudad de México, nos encanta el ambiente que hay con la música y con el recibimiento que hemos tenido, así que siempre es preciso y mágico volver”.

Se viene un cambio importante musicalmente hablando, ¿hay una transición después de Hijos del Sol?

Sí, es un cambio que se va a ver reflejado en el nuevo álbum, canciones con más exploración, con más temas sociales e introspectivos, con una actitud más agresiva, al menos eso queremos porque hemos cambiado personalmente y como banda, la experiencia en estos años de Hijos del Sol no puede pasar desapercibida, esperamos que así se sienta en la música y en nuestra carrera. Cuando escuchen el álbum van a notarlo, desde el sonido hasta las letras.

Viajar a un lugar netamente rockero te acomoda, te da un opinión diferente respecto a la música, ¿cómo lo tomaron y cómo lo sintieron respecto a la grabación de un nuevo material?

Fue una experiencia soñada, para los que crecimos y amamos el rock latinoamericano, creo que es en muchos casos una utopía viajar a Argentina. Estuvimos trabajando en Córdoba y se respira más “el cuarteto”, pero en el ambiente que trabajamos si estuvo lleno de rock and roll, ya solamente tener a Mario Breuer como productor y a Jorge Galizia como coproductor, te asegura una experiencia llena de historia y rock and roll. El equipo de trabajo fue increíble, Matías Sabagh en baterías, Sebastián Bergalloen el bajo son sinónimo de calidad y peso en las bases de la nueva música. Viajamos en lo que denominaban el invierno más frío de la historia en Argentina, así que ese ambiente también carga de alguna manera la energía y la visión que podemos tener de la música y la vida misma. Es importante mencionar que la parte profesional de cómo se respira y se vive la producción musical en el ambiente que nos movimos, fue increíble, nunca imaginamos esa pasión para trabajar y la búsqueda con lupa de un trabajo minucioso. Estar produciendo en Argentina fue un sueño hecho realidad y esperamos que se repita muchas veces más.

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