“Todos tenemos una historia para contar”, dice Adriana Sánchez, directora general SmartFilms México. ¿Pero cómo hacer que esas personas que no tienen conocimiento ni equipo de cine, puedan contar su historia en imagen y sonido? El resultado fue un festival de cine hecho con celulares.
Hace siete años nació en Colombia SmartFilms, evento que tiene como objetivo democratizar el medio audiovisual por medio de una sola herramienta, el celular. Desde hace cuatro años llegó a México y tienen dos en Paraguay. En 2020, en medio de la pandemia, el festival potenció su discurso de democratizar el medio audiovisual, pues el celular se volvió una herramienta de contacto con el mundo, para mostrar su creatividad. Ahora en 2021 su convocatoria ya está abierta y la invitación es para cualquier persona que quiera contar su historia.
“Lo que buscamos es democratizar el cine a través de la utilización de una herramienta: el celular. Nacemos con la intención de decirle a los jóvenes que esas historias de los grandes presupuestos ya son del pasado, ahora el público está necesitado de nuevas historias y esas historias se pueden lograr con creatividad y se pueden grabar con un elemento que tienen en sus manos”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, Adriana Sánchez.
La evolución de la tecnología impulsó la evolución del mismo festival. Los celulares de última generación permiten grabar desde el mismo aparato audio y sonido, a la vez que editar y mezclar efectos especiales.
“El celular se volvió hace unos años un elemento de creatividad, tenemos a la mano un elemento que nos permite contar una historia, la invitación es que cualquier persona cuente su historia con lo que tiene a su alcance. Cuando comenzó el celular tenían unas capacidades limitadas, en los últimos años hay cortometrajes en el festival que te remiten a la experiencia que vives en una sala de cine, en donde el espectador no se está preguntando con qué cámara fue hecha, hemos podido ver una evolución en las historias, los jóvenes han empezado a apropiarse más de sus historias, de lo que sienten, y expresar con los recursos que tienen, sí hemos visto una evolución en historias y calidad”, agrega.
Dar la voz a los que no tienen voz, abrir espacios para que los jóvenes pudieran explorar posibilidades de creación, fueron sus primeras metas, pero también, desde sus primeras ediciones vieron la necesidad de involucrarse en la instrucción técnica, desde cómo contar mejor una historia, hasta cómo utilizar todas las propiedades del mismo celular.
“Desarrollamos un festival, abrimos una plataforma y les dijimos a los participantes que tienen en su manos una excelente herramienta de cine, pero nos dimos cuenta que teníamos que capacitarlos para que pudieran utilizar esa herramienta correctamente, eso se ve en los cortometrajes y en la evolución de los mismos, en los primeros años nos llegaban materiales que no tenían sonido porque cuando estaban grabando los chicos tapaban el micrófono, o materiales que se veían como nubosos y era porque no le habían limpiado el lente, con eso empezamos a ver que también necesitábamos orientarlos en la parte técnica”.
Sus capacitaciones las comenzaron en escuelas y espacios culturales, en su segundo año compartieron conocimientos de cine a 7 mil personas. En 2020, con la pandemia, migraron sus talleres a ZOOM y capacitaron a 144 mil personas en el arte de las nuevas narrativas audiovisuales.
Su público son principalmente jóvenes y adultos. Su categoría juvenil está abierta para niños desde los 12 años hasta jóvenes de 17 años. La categoría de aficionados es para mayores de 18 años, “apasionados del cine que siempre estuvieron interesados en el cine”. Aquí han tenido participantes de hasta 60 años de edad. Y también tienen una categoría para profesionales.
Las bases completas de la convocatoria están en su página web, buscan historias inspiradoras y transformadoras, mensajes visibilizados a través de un celular.