¿Por qué el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro (MACQ) no es un lugar seguro para las disidencias sexuales, ni para ningún artistx que no represente un juego de poder a su favor? ¿Por qué este tipo de prácticas discriminatorias son sólo el síntoma de una administración de cultura estatal fallida y llena de prejuicios?, con esas interrogantes, Fausto Gracia inició la lectura de su comunicado ante la prensa.

Fausto, artistx visual y performxr, alzó la voz para visibilizar la serie de situaciones de violencia y discriminación en razón de género y disidencias sexuales que ha padecido durante el proceso de su exposición (Des) Identificación: Teorías y prácticas de género desde una identidad otra, que actualmente se encuentra en el MACQ, pero desde antes de su montaje ocurrieron varias incidencias.

Y el 28 de noviembre comenzó los procesos de quejas por discriminación en razón de género y disidencias sexuales, así como de irregularidades administrativas,  ante el instituto Municipal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Inmupred), Defensoria de Derechos Humanos de Querétaro (DDHQ) y Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) como instancia federal.

Soporté actitudes prepotentes: Fausto Gracia
Soporté actitudes prepotentes: Fausto Gracia

“Si bien tengo claro que el alcance de estas instancias no son vinculantes, me parece importante que cada vez más personas se atrevan a manifestar estas prácticas y a dejar de naturalizar estas violencias, violencias que pueden ser tan sutiles o no, pero que han implicado modos de segregación y discriminación que ha afectado y lastimado a la comunidad LGBTQ+, apelamos a los avances en materia de discriminación que tenemos en el país, así como a los instrumentos nacionales e internacionales que avalan temas como identidad de genéro, expresión de género y orientación sexual para que el gobierno de Querétaro através de sus secretarías y en particular a través de la Secretaría de Cultura tome acciones afirmativas y que puedan resarcir los daños realizados en esta materia. No es mi intención que esta manifestación quede sólo en un acto mediático. Creo en las posibilidades de construir condiciones dignas para todas las personas, abrir el diálogo y resignificar los procesos aprendidos”, explicó.

En  agosto, Marcela Herbert Pesquera, titular de la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro, nombró a Rosa María Zorrilla Saavedra como directora del MACQ. Con ese cambio de administración también cambiaron su método de trabajo y a Fausto, como a otros artistas, se les avisó que tenía que solicitar el espacio nuevamente.

“Tuve que negociar la permanencia de mi exposición aún cuando ya estaba programada con el anterior director desde inicios del año en curso. […] Según lo mencionado, todas las exposiciones entrarían en revisión tanto por la nueva administración como por la Secretaría de Cultura, sin respetar los acuerdos hechos. En repetidas ocasiones y haciendo alusión a conversaciones con la directora, se me informó que la exposición se podía cancelar o mejor dicho ‘la querían cancelar’ por la temática de la misma. Es claro y aunque lo nieguen que no quieren ninguna exposición que hable sobre diversidades y disidencias sexuales en sus espacios, este tema les incomoda”.

Muchas muestras de artistas locales, aseguró, fueron canceladas, “y en su lugar se trajeron exposiciones de artistas que muestran el favoritismo de la directora del museo, representando una serie de conflictos de interés que no deberían suceder en una institución pública. Aunque mi exposición al final fue exhibida, no fue sin ejercer presión y sin negociar al respecto, no fue sin seguir experimentando violencias sistemáticas”.

Durante el montaje, a partir del 26 de septiembre y hasta el 4 de octubre, “de igual forma tuve que soportar actitudes prepotentes, justificadas en revisiones exhaustivas de la obra a presentar. Se justificaba la revisión en la búsqueda de faltas ortográficas en los textos presentados, se revisó palabra por palabra lo que se iba a mostrar. Siempre mencionando que todo lo expuesto debía quedar ‘elegante’. La forma de realizar estas revisiones no era amable, era prepotente y con intenciones de que siguiera las instrucciones dadas. En el fondo la revisión respondía a tener el control y saber exactamente qué era lo que iba a presentar, esta revisión exhaustiva respondía a la temática de mi exposición y la incomodidad que les generaba, no querían nada que representara un peligro ante su ideología personal”.

Fausto también hizo referencia a las incidencias que se vivieron el día de la inauguración. Y a  dos días de su performance, programada para el  24 de octubre, envió un documento vía correo electrónico “para solicitar y explicar, nuevamente, cómo sería la presentación [otra vez el control total sobre lo que se iba a presentar], correo al que nunca respondieron. Sólo se me anunció el cambio de horario de apertura y cierre del museo para la modificación de mi presentación, no había disculpa alguna, simplemente tenía que acatar las indicaciones. De no ponerme en contacto nunca me hubiera enterado, era clara la falta de interés sobre mis actividades, pero no la necesidad de saber exactamente que iba a presentar como una forma de control. En un correo de respuesta ante mi inconformidad por la situación expuesta, la directora responde que está de acuerdo con lo señalado, esto más que una aceptación de sus faltas me suena a un ‘no me importa’. Es importante recalcar que todas las acciones mencionadas, así como las exhaustivas revisiones y demanda constante de saber qué iba a presentar siempre iban acompañadas de la frase ‘son indicaciones de la Secretaría de Cultura estatal’”, añadió.

Un día antes, la Secretaría de Cultura de Querétaro dio a conocer, mediante un  comunicado, su postura: “En referencia a la cancelación de un performance en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro, por presuntos actos discriminatorios, la SECULT ratifica su compromiso con la tolerancia, con el apoyo a la comunidad artística y con el respeto a sus derechos humanos”. 

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