Prieta es una palabra usada frecuentemente como un insulto, pero en la pintura de Alix Yolitzin, la palabra prieta se ha resignificado a orgullo y dignidad. Soy prieta. El cuerpo femenino, raíz, territorio, memoria y resistencia es el nombre de la nueva exposición de Alix, una serie pictórica que inaugura el próximo 19 de enero, 18:30 horas, en la Galería Impulso.
Alix Yolitzin es arquitecta y artista plástica y desde su anterior exposición, El cuerpo: femenino: Territorio de Batalla en México, habló de su interés por visibilizar la violencia de género y dignificar el cuerpo de la mujer. Y una violencia que analizó, durante el proceso de dicho proyecto, es el señalamiento al cuerpo de la mujer: color de piel, peso, apariencia física.
Para la artista, decir: “Soy prieta” es una reconciliación con el cuerpo, pero también con su historia, con las mujeres que la anteceden.
“Al autonombrarme: Soy prieta, desde el orgullo, con dignidad, sin la carga de insulto e injuria, es reafirmar mi derecho a existir, es una reconciliación con mi cuerpo y con todo lo que implica: mi piel, mis rasgos, mi nombre, mis ancestros, mi lengua y el lugar en el que nací, esta exposición, más que nada, es esa reconciliación con la herencia, con la memoria, y resistir a partir de la dignidad, de reconocernos”, explica la artista en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.
Los señalamientos al cuerpo femenino, explica, no sólo se dan de la mirada del hombre, sino de una mujer a otra, y de la mirada a una misma. Y se extienden al contexto social, familiar y laboral, entonces Alix habla desde su propio espacio: el arte.
“Los cánones europeos de belleza son más predominantes, y desde ahí hay una presión a lo bello. ¿Y qué vemos en México? Hay comentarios que son muy comunes, hasta en la familia dicen: ‘se trata de mejorar la raza’. Son frases muy relacionadas con el chiste, con la burla. Pero ahora ya se están poniendo sobre la mesa y se puede hacer una crítica a estos prejuicios. Lo que busco con la exposición es hacer visible este problema, o por lo menos que se comente que no debe depender de tu color de piel para que tú tengas oportunidades en tu contexto, que todos tengamos las mismas oportunidades. Y que vean también que hay una representatividad de las personas de piel morena en el arte, porque es poco común, al menos yo que soy de piel morena, es muy poco común verme representada en una imagen, en un lienzo, entonces el mostrar la representatividad es importante, porque la representación de estas corporalidades no son comunes en el medio de las artes”.
La muestra se divide en dos, la primera parte es una serie de 11 piezas que se presentarán a partir de este jueves en Galería Impulso, con el apoyo de Alejandro Chávez; y en marzo, en la Fundación Carol Rolland, se hará otra exposición con seis piezas más, además de un compendio de fotografías, collage y algunos videos que la artista tomó a sus entrevistadas.
Así, por medio de entrevistas, Alix documentó historias de mujeres del Valle del Mezquital, Hidalgo, que han vivido en medio del señalamiento por ser mujer, por el color de su piel, por su cuerpo, por su descendencia. Son violencias que derivan de la discriminación, racismo y clasismo.
“El racismo es una problemática que está enraizada desde el colonialismo, por esta negación de lo indígena y de todo lo que involucra ser indígena: color de la piel, cultura, lengua, ideología y hasta la ubicación geográfica. Es una cuestión histórica y es algo que tenemos muy internalizado como creencia, el negar esa parte indígena que todos tenemos. Por eso se da mucho esa parte de decir: ‘yo no soy prieto, soy mestiza, soy blanca o soy apiñonado’. Y es por la connotación que se le da a la persona morena, a la persona prieta, porque históricamente la palabra está relacionada con el ser indígena, el ser pobre, el ser el sucio, ser una persona ignorante, todas esas connotaciones que trae el color de piel. Eso deriva de una problemática muy fuerte, y no solamente es este una cuestión de racismo, también es discriminación, es una cuestión también clasista”.
El cuerpo de la mujer, explica Alix, históricamente atrae más prejuicios, y más violencias.
“La violencia de género nos afecta mucho más, porque nuestro cuerpo siempre ha sido más violentado que el cuerpo de los hombres, somos leídas a partir de nuestra corporalidad, todo lo que incluye: nuestra piel, los rasgos de nuestra cara, el cabello y cuánto espacio ocupamos, quiero decir, si soy gorda, soy flaca, si soy grande, si soy alta, si soy pequeña. Todas estas características corporales son siempre muchísimo más juzgadas, hay muchísimo más prejuicio alrededor de una corporalidad femenina que alrededor de una corporalidad masculina”.
Los colectivos y las redes sociales están visibilizando cada vez más esta problemática, lo que podría contribuir a un cambio, pero dice la artista que el verdadero cambio es individual, desde la reflexión y hacer consciente que los señalamientos al cuerpo femenino es una violencia que debe terminar.
Soy prieta, El cuerpo femenino, raíz, territorio, memoria y resistencia se inaugura el próximo jueves a las 18:30 horas, en la Galería Impulso, que se ubica en Hacienda Escolásticas 107, Jardines de la Hacienda.