Desde Bosnia llegó a Querétaro un juego de maderas que Alejandro Díaz —cuyas manos cuentan con 35 años de experiencia y mucha magia—, se convirtió en el violín Vega, instrumento que en sonido se iguala al modelo Titian creado por el famoso luthier italiano Antonio Stradivari.
“Las maderas que utilizamos son de Europa, llegaron y empecé a trabajar, comencé a hacer moldes y plantillas de fotos del original, y me enfoqué, más que a la cuestión estética, a la cuestión del sonido. Hay toda una nobleza en la laudería, mucha magia, un misticismo hecho violín, que es un instrumento mítico, lleno de magia y encanto, y aquí tenemos la fortuna de hacer violines”, dice en entrevista a EL UNIVERSAL Querétaro Díaz Martínez, director de la Escuela de Laudería, institución que tiene más de tres décadas de historia y 27 años en el Centro Histórico de Querétaro.
El Vega, creado por Díaz Martínez; Altair, de Dana Sofía Limón Cordero y Monserrat Hernández Rentería; y Deneb, de Daniela Villanueva Ochoa, son los tres violines que forman parte del proyecto más reciente de la Escuela de Laudería, que fue beneficiado en la convocatoria del FONCA- UNAM “Arte, Ciencia y Tecnología”; y estos instrumentos que unen ingeniería de vanguardia, belleza y magia, serán presentados en la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY) el próximo lunes, con la participación de Jesús Alejandro Torres, docente e investigador del Laboratorio de Acústica de la Escuela de Laudería.
“La idea es presentar los violines en diversas partes, que los evalúen músicos, que los toquen, que se conozcan y que se sepa que en México estamos haciendo violines de la más alta calidad, y lo que buscamos es que no solamente a nivel nacional se conozca, sino internacionalmente, que músicos de otros lados sepan lo que hacemos y sepan las capacidades que hay aquí y que quieran invertir su dinero en un instrumento mexicano”, explica Torres Torres.
Quien está apoyando el viaje de los “Stradivarius queretanos” a Yucatán es Alberto J. Echazarreta, presidente fundador de la Orquesta Filarmónica del estado de Querétaro, quien actualmente se dedica a promover y apoyar instituciones musicales como la Escuela de Laudería y la Sinfónica de Yucatán.
“Mi interés, por el amor que le tengo a la música, pero más a Querétaro, es que se difunda este nivel de tecnología, avance y escolaridad que tenemos aquí en Querétaro, y ojalá que se pudiera aprovechar en toda la república y en otros países del mundo. Esta visita a Yucatán, será la segunda presentación oficial de estos violines, la idea es que luego sean trasladados a Aguascalientes, Guadalajara, Monterrey, centros en donde hay un mundo musical más amplio”, expresa Echazarreta.
Un Titian Stradivari, dice el luthier Díaz Martínez, supera los 10 millones de dólares; y en Querétaro comenzaron a crear réplicas en octubre de 2018, en el laboratorio de física acústica de la Escuela de Laudería; el proyecto original consistía en crear dos instrumentos basados en un violín hecho por Antonio Stradivari en 1715, y terminaron creando cuatro, uno de ellos es un diseño por computadora.
“Este instrumento [Titian] tiene la particularidad de que es el violín más estudiado por la ciencia [utilizando tomografías, escaneos vibratorios, fotos de alta resolución], de tal manera que nosotros tomamos en cuenta todos los detalles de su diseño, los analizamos mediante ingeniería y técnicas científicas para poder replicar, además de su belleza visual, su belleza sonora, de eso se trata este proyecto”, detalla Jesús Alejandro.
De los tres instrumentos que realizaron, Vega es el que más se parece al Titian, “vibratoriamente así funciona, sí a alguien le gusta ese instrumento y anda buscando una copia de su sonido, se le entregaría un Vega”, añade Torres Torres.
Todos los violines han sido sometidos a rigurosos estudios científicos, desde la madera hasta el sonido, durante su construcción y al finalizar. Ahora, con su viaje a Yucatán, contemplan que los instrumentos regresen distintos, por los cambios de temperatura a los que se enfrentarán. “Al final de cuentas son como un ser viviente”, coinciden Jesús Alejandro y Alberto Echazarreta.
En la Escuela de Laudería han comenzado a realizar diseños de instrumentos por computadora, tienen las herramientas en su laboratorio y trabajan en colaboración con otras instituciones de ciencia y tecnología, el objetivo es crear instrumentos de la más alta calidad.