Inicia el otoño y las hojas caen, se empieza a oscurecer más pronto, el clima cálido queda atrás y el frío abre paso al invierno, este tipo de cambios provoca tristeza, poco ánimo y desmotivación en ciertas personas, se llama depresión estacional y estos síntomas pasarán cuando llegue el calor.

La actitud es lo más importante para superar dicho problema, pero hay personas más susceptibles a los cambios climáticos, lo que puede provocar una depresión más aguda, y en estos casos lo recomendable es asistir con un especialista.

“Uno de los factores importantes para evitar o manejar esta depresión, es la actitud con la que vemos la llegada del invierno, hay mucha gente que desde antes, tiene la idea que es un mal clima, que va a hacer frío, que todo va a estar mal y esa actitud nos puede marcar, por eso es mejor tener una actitud positiva,  hay que pensar en hacer actividades divertidas que sólo se puedan realizar en esta época porque perdemos de vista eso y dejamos de ver la parte emocionante. Eso es importante cuando se está sufriendo una depresión estacional, evitar estar contando el tiempo para que se terminé el invierno, y si la persona se siente mucho más triste de lo normal, definitivamente hay que recurrir con un especialista”, explicó a EL UNIVERSAL Querétaro,  Berenice Herrera, de la red Top Doctors, quien lleva 18 años dedicada a la psicología.

La depresión estacional tiene que ver con cómo está el ambiente, los cambios climáticos afectan las emociones, y la especialista compara este proceso humano con la fotosíntesis de las plantas.

“Hay una disminución importante en un neurotransmisor en el cerebro que se llama serotonina, ésta se produce en mayor medida cuando hace sol o es primavera, la serotonina nos mantiene activos y felices porque se está produciendo en nuestro cerebro, cuando el clima cambia se ve afectada esa parte de la luz, es como la fotosíntesis de las plantas, así nos pasa a los humanos con la serotonina, entonces cuando los niveles disminuyen, el neurotransmisor se encuentra decrementado a nivel cerebral y puede ser generador de algunos aspectos de ansiedad, angustia, pocas ganas de salir, y se van dejando de hacer cosas, pero eso solamente sucede en esta época”, detalló.

El no querer salir ni siquiera a trabajar o cumplir con actividades básicas, son alertas de que los problemas están sobrepasando los límites, y es momento de acudir con un especialista, en este caso el psicólogo o psiquiatra, o un médico que pueda canalizar a un profesional de la salud mental, para que sea evaluado y le brinden herramientas para sobrellevar la situación.

Las personas con tristeza o depresión son más propensas a ser víctimas de los cambios estacionales, pero ¿qué tan grave puede ser?

“Depende del grado de depresión que haya pasado antes la persona, incluso, hay datos en los cuales, en algunos países que son muy fríos —porque el invierno es muy largo—, hay altas tasas de suicidio, porque precisamente hay una situación en donde ellos están mucho más limitados para hacer cosas, pero también la serotonina, a nivel cerebral, es menor, entonces sí puede haber un riesgo alto, pero en países como el nuestro más bien tiene que estar correlacionado con pacientes que hayan sufrido depresión antes, aquí en México es difícil decir que una depresión estacional llegue a un grado de suicidio”, puntualizó la experta.

arq

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