Gran parte de los recuerdos de la infancia de Rosario son las protestas a las que asistió acompañando a su familia y vecinos. Uno de los protagonistas de esas marchas es Sergio Jerónimo Sánchez Saenz, quien fue acusado de apedrear el camión en el que viajaba el gabinete del expresidente Ernesto Zedillo, durante una visita a Querétaro, en el gobierno de Ignacio Loyola. El padre de Rosario también fue encarcelado como preso de conciencia.
Esos recuerdos de infancia marcaron el camino de Rosario, estudió Derecho en busca de una idea clara de justicia y sigue manifestándose, ahora como directora de cine con Todo lo posible, documental que hoy estará disponible en la página de Ambulante, como parte de los proyectos de Ambulante más allá.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, la abogada María del Rosario Robles Martínez platicó de Todo lo posible, un recuento intimista de lo que vivió Irma, la esposa de Jerónimo, como mujer, como madre y activista, en su lucha por la libertad y la justicia. El objetivo del documental es mostrar lo que vive la familia de un preso de conciencia, momentos que experimentó la misma directora de cine.
¿Cómo llegas con Irma y Sergio?
Son conocidos míos de toda la vida, yo crecí en la colonia Vista Alegre Maxei donde ellos también viven, es una colonia que se fundó independiente, a través de la lucha social, de hecho la construcción de las casas se hizo entre todos los vecinos, se discuten los temas en comunidad y se tratan de solucionar de la misma manera. Yo me recuerdo de pequeña asistiendo a marchas, a juntas en el salón donde la mayoría de la comunidad era indígena, llegué a los personajes por eso y su historia también me toca de manera personal, porque mi papá también estuvo dentro de la cárcel, como se ve en el documental. Yo quería hablar acerca de la familia de los presos de conciencia, porque me tocó vivirlo de ese lado, ser familiar de un preso de conciencia, tenerlo que ir a visitar a la cárcel y no saber por qué está ahí y que te expliquen que las cosas que hizo no son malas, pero al final de cuentas te estigmatizan en la escuela diciendo: tu papá está en la cárcel. Yo entraba al Cereso con Irma, ella era la que me metía para poder ver a mi papá y obviamente veía a Sergio. Crecí con ellos, como familia.
¿Qué es un preso de conciencia?
Un preso de conciencia es aquel que participa activamente en marchas, en la defensa de derechos humanos y en este caso ellos defendían los temas de la educación, una vivienda digna, pero nunca en situaciones de violencia, nunca participan con agresiones ni con armas, sólo participan manifestando, hablando, y al hacer esta actividad son perseguidos por el Estado y puestos en prisión, que es el caso de Sergio y los compañeros que estuvieron encarcelados.
Lo que vives de niña, con la historia de Irma y Sergio, pero también con tu padre, ¿te llevó a que estudiaras Derecho?
Sí, desde niña lo tenía muy claro, porque algo que se siente es injusticia, entonces sí, desde muy pequeña recuerdo tener esa idea de estudiar Derecho por eso, porque quiero ayudar y saber por qué es injusto.
¿Por qué decides tomar el cine como una herramienta para exhibir este caso, que es uno de muchos similares?
Siempre que veía documentales algo cambiaba dentro de mí. Y yo quiero llegar a las personas de otra manera, porque esto ya se había visto en noticias, como muchos otros casos, en los medios, en papeles legales, pero creo que cuando lo vemos en una pantalla y de una manera más humana, es cuando podemos generar un cambio. El arte no está peleado con el Derecho, con la defensa de derechos humanos, lo que yo quise hacer fue poner de una manera artística la realidad.
¿Y el título de Todo lo posible?
Refleja la lucha, en este caso, de Irma para liberar a Sergio. Ella hizo todo lo posible porque él saliera, por demostrar que él no era culpable, el familiar que se queda afuera intenta hacer todo lo posible por mantener el caso abierto, sobreviviendo sin su pareja, manteniendo a sus hijos y esperando a que salga.
¿Qué esperas de este documental que presentas?
Espero la memoria, que no se olvide lo que pasó, que genere un poco de conciencia en la sociedad, que se den cuenta que esto pasa, que se atenta con los luchadores de derechos humanos, que se muestre que son personas con un ideal, porque muchas veces escuché: están protestando porque no tienen nada qué hacer. Y son ideas erróneas, hay un lado humano de los luchadores de derechos humanos.
Y ahora que te estrenaste en el área cinematográfica, que conoces que es un trabajo de largo aliento, ¿quieres seguir haciendo cine?
Me apasiona el cine documental, especialmente hablando de defensores de derechos humanos, que es algo que me toca, que es algo que se vive en mi país y que en la mayoría de los países de América Latina se atenta o violenta en contra de ellos, entonces me gustaría seguir contando esas historias.