“El Bodegón, más allá de la pausa” es una exposición colectiva que se presenta en Galería Libertad y estará abierta hasta el 7 de enero. La muestra reúne el trabajo de diversos artistas que comparten su visión del bodegón desde su estilo y técnica, logrando capturar la mirada del espectador.
“Un bodegón es la belleza de un momento detenido, como un altar a lo sutil de lo efímero. Es una expresión de gran valor estético, pero también filosófico porque nos hace ver lo que olvidamos del tiempo”, dice Argentina Sandoval en el texto de sala de la exposición.
También se destaca en la exhibición un texto de César Burgos que explica, que el bodegón “ha sido y sigue siendo históricamente, la mejor herramienta para representar lo más cotidiano, desde lo ordinario de los objetos y sus texturas hasta las referencias a temas tan existentes como la muerte, el paso del tiempo y la búsqueda de propósito. La idea es perpetuar, conseguir a partir de una composición, un reflejo tan personal que toque lo colectivo porque no muestra otra cosa que no sea mera humanidad”.
En la muestra se presenta desde piezas de lo más clásico hasta la instalación. Ricardo Villalobos, experto en dioramas, presenta un mazapán y una paleta, que corresponde al proyecto “Pequeños objetos del deseo”, una serie de pop art que recrea dulces, paletas y chocolates populares. El objetivo era hacer los envoltorios y marcas de los dulces, lo más parecidos al producto original, pero cada creación presenta un recuerdo de la infancia, una amistad o un amor, un deseo quizá ya olvidado.
El bodegón es una reinterpretación de lo cotidiano, se eterniza la imagen de frutas, alimentos, utensilios de cocina, maximizando su color, su forma, su sombra.
El bodegón, se agrega al texto de sala, “es una expresión artística que no se queda solo en pintura, explora otros territorios como los de la fotografía y el poema para poder representar y hacer aparecer más allá de lo obvio, lo que cada creación en particular quiere contar sobre su autor, como un reflejo de sí.
También refleja aquello que permanece invisible pero que en profunda elocuencia cuenta sobre el transcurrir de la existencia entre la vida y la muerte. Apunta hacia lo cotidiano, ahí donde se descubre la belleza del paso del tiempo, y entonces el bodegón se convierte en un recinto que guarda fragmentos de existencia para contemplarlos y repetirlos”.
En la misma galería se encuentra el mural colectivo Hñuni (comida, en lengua Otomí), proyecto en el que participaron más de 130 artistas, donde cada quien pintó un bastidor triangular de treinta centímetros por cada lado con una composición artificial de objetos naturales o artificiales.
“Cada composición muestra momentos cotidianos con objetos simples, unos muestran alimentos del día a día, otros muestran retratos de personas o animales solamente con los objetos de la parte retratada, otros, objetos transformados en golosinas, o representaciones comunes vistas desde una perspectiva que asemeja las redes sociales”, escribió el pintor Alejandro Vázquez en el texto de sala.
El desafío, además del montaje, radica en que cada artista se le pidió representar una composición según un color específico (rojo, amarillo, azul) y un encuadre especifico (ya sea una esquina apuntando hacia abajo o hacia arriba) lo cual genera un lápiz ordenado geométricamente solo con colores primarios.
El mural colectivo Hñuni también permanecerá en Galería Libertad hasta el domingo 7, y el 18 de enero tendrán la inauguración de su primera temporada de exposiciones de 2024.
La galería se ubica en el número 56 del Andador Libertad, en el Centro Histórico de la capital queretana; y tiene un horario de 10:00 a 20:00 horas, de martes a domingo, con entrada libre.