Durante el encierro por el Covid-19, la nota periodística “Urban Sketchers dibujan la pandemia” fue el detonante para que unos meses después se formara el grupo de dibujantes urbanos en Querétaro.
La primera ocasión acudían al Jardín Guerrero, en una fresca mañana, el arquitecto Martín Camacho y el fotoperiodista Demian Chávez para dibujar la vida cotidiana de un domingo.
A la siguiente semana, cinco dibujantes más realizaban la primera dibujada en el atrio del convento de la Santa Cruz de los Milagros y el mirador del Panteón de los Queretanos Ilustres. De ahí han pasado tres años y ahora ya cuentan con el reconocimiento internacional del movimiento Urban Sketchers, al constituirse como el capítulo Querétaro.
Martín Camacho, fundador de USK Querétaro, emocionado compartió: “¿Qué te puedo decir? A mí me da mucho gusto que la comunidad ha ido creciendo en cantidad, en calidad, en fraternidad. Y que entre los miembros han enlazado una amistad a razón por el gusto del dibujo”.
La comunidad de dibujantes urbanos actualmente cuenta con 107 personas registradas, y aunque en las dibujadas no acuden el total, sí es de las más numerosas de la República Mexicana.
Camacho comentó que “el grupo está ya siendo reconocido como una comunidad muy entusiasta y que no se ha perdido el interés de salir a dibujar cada 15 días, no se ha perdido el ritmo porque lo demanda el grupo”.
Daniela Quintanilla, del comité de organización de USK Querétaro, expresó que estos tres años significan “haber creado una gran comunidad de dibujantes, de artistas, de amigos”. Pero también para ella “de enriquecimiento a nivel artístico. Creo que todos los que se han acercado al grupo han aportado y se han llevado un poquito de lo que hacemos todos”.
De formación diseñadora gráfica, con experiencia en el dibujo y el arte desde hace más de 10 años, explicó sobre las actividades del capítulo del estado que han tenido oportunidad de hacer exposiciones, pero también han generado intercambio con invitados como Gabriel Campanario o “compañeros de otros estados”. Y se ha generado una “sinergia entre dibujantes que poco a poco estamos ayudando a fortalecer en la ciudad y esperamos que siga creciendo indefinidamente”.
La dibujada
A diferencia de la fotografía, el dibujo requiere un acto de mayor concentración y observación. Martín Camacho y Daniela Quintanilla, al igual que otros asistentes, extienden su banquito plegable o se acurrucan en una esquina de una calle, plaza, banqueta o de pie bajo una sombra.
“Uno va aprendiendo a observar los lugares que son tan cotidianos y que siempre vienen siendo nuestro paso personal, [al dibujarlos] como que los ves de diferente manera. Cuando acudes en grupo se desinhibe uno para dibujar, se siente protegido por el grupo, por la comunidad y realizas en un dibujo más suelto, más narrativo y también te da chance de atreverte a intentar otras técnicas que vas conociendo de otros compañeros que usan diferentes materiales, soportes y todo eso se va enriqueciendo”, dijo Camacho.
La comunidad Urban Sketcher
A la celebración por los tres años del grupo, realizada en la terraza del Museo de la Ciudad, acudió un nutrido grupo de sketchers entre los que se cuentan estudiantes, diseñadores, arquitectos, ingenieros, biólogas, psicólogas, artistas visuales y especialistas en fotografía. Y tras una buena dibujada no faltó la emoción para la rifa de materiales y un pastel conmemorativo.
El movimiento de Urban Sketchers fue fundado por el periodista ilustrado Gabriel Campanario, quien inició agrupando a dibujantes en la red social Flickr. Tuvo una columna ilustrada desde 2009 y hasta 2021 en el Seattle Times, y ahora dirige la editorial Sketcher Press, dedicada a publicar el trabajo ilustrado de autores del mundo. El pasado 5 de abril visitó Querétaro para brindar una conferencia magistral y realizar una serie de dibujadas en la Semana Santa de 2023.
Las actividades de Urban Sketchers son gratuitas y sin fines de lucro; su agenda de salidas a dibujar se puede consultar a través de sus redes sociales.