Galatsia Teatro lleva varios años haciendo hincapié en la violencia de género y la visión femenina, en obras como Lomas de Poleo y recientemente La libertad de los pájaros; Atabal Teatro presentó en 2019, Yo no quiero ser Desdémona, en reflexión al feminicidio; y en 2020, El Sótano Teatro tocó el tema de la violencia contra la mujer con Las Matildes.
Estas obras son ejemplos de la preocupación del teatro local por visibilizar la problemática a través del escenario. Pero tras el telón también hay casos de violencia, por ello el Consejo Consultivo de Teatro (CCT) de Querétaro plantea con urgencia la creación de un Protocolo de Violencia de Género, para hacer del teatro queretano un espacio de trabajo seguro y libre de violencia.
La actriz Manya Loría, en representación del CCT, compartió detalles con EL UNIVERSAL Querétaro de esta iniciativa que se realizará en conjunto con el gremio, además se espera la participación de la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro. Manya trabajó en 2019 en un protocolo del mismo tema, cuando era estudiante de la Fundación de Letras Mexicanas, dicho documento es un ejemplo de lo que pueblen establecer para el gremio teatral local.
El protocolo busca ser una guía de acción para la víctima, quien podrá hacer su denuncia de manera anónima, libremente y sin miedo, en caso de requerirlo tendrá acompañamiento psicológico y jurídico, pero Manya aclara que “no será una cacería de brujas” y remarca la necesidad de reeducar, por medio de talleres con especialistas, “para darnos cuenta de que nos violentaron y no es normal, darnos cuenta que violentamos y cambiar”.
¿Qué necesidades vieron dentro de la comunidad teatral de Querétaro para plantear el Protocolo de Violencia de Género?
La violencia de género está permeando en toda la sociedad, en el ámbito teatral se sabe de directores que coaccionan a sus actrices, que hay maltrato psicológico por su género, y también a las personas que pertenecen a la diversidad sexual, por sus preferencias, eso genera mucha violencia e incomodidad, pero como estábamos todos muy acostumbrados a que fuera normal había pocas denuncias o ninguna, porque además si intentas proceder legalmente tiene que haber violencia física o violación, y a veces ni siquiera procede en esos casos.
¿Ya platicaron con la comunidad, qué van a hacer, hay casos del pasado que se puedan retomar y atender?
Estamos iniciando y, justo, la primera medida es hablar con la comunidad, ver cuáles son las situaciones por las que han pasado, qué se puede subsanar, la idea no es cancelar, no vamos con la idea de que le cancelen apoyos, las líneas de acción, en primer caso, van más por pedirle a la persona que deje de hacerlo, que se aleje; todos estamos inmersos en el patriarcado y somos parte de este tipo de violencias, la idea es que la comunidad se sienta cómoda, no vamos a conseguir invalidando, es buscar un consenso y reeducarnos todos, porque hemos vivido mucha violencia y nos hemos dado cuenta hasta ahora que nos dijeron: ¡eso está mal!
¿En este momento hay registros de casos de violencia de género en el gremio?
Sí, tenemos un montón de casos y ni siquiera nos hemos juntado con la comunidad a que nos los expongan en un ambiente seguro, pero ya los sabemos porque tenemos amigos y amigas que lo han vivido, nosotros lo hemos vivido en carne propia, hay muchas situaciones de las que ya estamos enterados y por eso tenemos la urgencia de que se implemente lo más pronto posible.
Dices: “lo hemos vivido en carne propia”, ¿tú también?
Sí, claro. Todas las personas hemos tenido un conflicto de este tipo porque vivimos en una sociedad patriarcal en la que nos manejamos de esta forma, desde que en el kínder te dicen: “corre como niña”. Eso es un insulto, y crecemos pensando que ser niña es un insulto. En mayor o menor medida, el 100% de las personas que hacemos teatro lo hemos vivido.
¿Reiteras el trabajo de reeducación, temas como educación emocional y jurídica, lo tienen pensados?
Sí, queremos que engloben todos los ámbitos, que englobe asesoría jurídica, que ya hay una mesa del tema en el CCT, porque si atiendes sólo un área no va a funcionar, si le dices a un violador: “oye deja de violar”, no va a ocurrir, por eso necesitamos más herramientas y también a la víctima no podemos decirle: “bueno, ya no lo va a hacer”, necesita acompañamiento.
Hay varias compañías queretanas con montajes de violencia de género, ¿cuál es la importancia de presentar estas problemáticas en escena?
Es fundamental, me parece que es hasta una responsabilidad, yo como teatrera y como mujer mexicana me interesa mucho, de hecho tengo mi compañía Los Improductivos que se dedica, por medio de cabaret e improvisación, a hacer críticas sobre la violencia de género, la última obra La liga de mi tanga es de dos superhéroes feministas que buscan acabar con la violencia de género con glitter y amor. Estamos en la mejor trinchera para tocar ese tema.
Manya Loría, actriz