La obra de teatro “¡Viva México, cabrones!”, de Giancarlo Pulido Macías, se estrenó en septiembre de 2022 en México, en el mesón de Cómicos de la Legua de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), con la dirección de Víctor Sasia, pero quedó pendiente una temporada de funciones, y este día comienza una serie de presentaciones los viernes y sábados de marzo en Cómicos de la Legua.
Pulido Macías realizó una investigación sobre música ranchera mexicana, que concluyó en la obra “ ¡Viva México, cabrones!”, estrenada en mayo de 2003 en Chile, durante el tiempo en que realizaba su postgrado como director de escena.
La obra no se había montado en México, sino 19 años después, hasta septiembre de 2022, y dicho estreno se realizó en conmemoración del décimo aniversario luctuoso de Giancarlo.
El montaje presenta la historia de dos jóvenes que se conocen y se enamoran, pero la muchacha vive bajo la celosa mirada del padre, lo que complica la relación de los enamorados.
La dramaturgia se realizó analizando las canciones “Ella” y “El Rey”, de José Alfredo Jiménez, y fue producto de una extensa investigación sobre la música regional mexicana que también se reúne en el libro titulado “La Canción Ranchera Mexicana, fundamento estético, formal y temático para una Puesta en Escena”, en el que se incluye completo el texto de “¡Viva México, cabrones!”.
“La investigación de Giancarlo tiene un planteamiento desde la mirada del cine nacional o la llamada Época de Oro del cine mexicano, en la que se produjo una cinematografía que no sólo recorrió Latinoamérica, sino el mundo, y permeó en América Latina como parte de un imaginario, de una narrativa y de una identidad, tiene muchos elementos con los cuales se identificó la gente en Chile, por las referencias campiranas, junto con la música mexicana, que sin duda marcaron una época”, explicó previamente Edgar Pulido Macías, productor, director de cine y hermano de Giancarlo.
Después de su exitosa temporada en Chile, Giancarlo regresó a Querétaro, en donde ejercía como docente de la Universidad Autónoma de Querétaro desde 1994, y de inmediato se ocupó de otros proyectos personales, además de dirigir trabajos de sus alumnos, es por ello que “¡Viva México, Cabrones!” se mantuvo como inédita en tierras mexicanas. En Chile, Giancarlo también escribió la obra “Dulce y Chocolate”, que aún no se ha presentado en México.
A la edad de 47 años falleció Giancarlo, pero dejó un legado importante para la misma UAQ, al ser el impulsor de la carrera técnica de actuación, que fue la base para la actual licenciatura; también fue mentor de varias generaciones de actores y directores que actualmente integran al gremio teatral.
También colaboró de cerca con Cómicos de la Legua, la compañía universitaria más antigua de Latinoamérica, y la misma agrupación recibió como donación la biblioteca de arte y teatro de Giancarlo.