El Concierto para piano No. 20 de Mozart, considerado como una de más bellas obras que escribió el genio de Salzburgo, es la pieza que interpretará Vladimir Curiel el próximo 28 de febrero a las 20:00 horas, en el Teatro Metropolitano, con la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ), y la dirección del italiano Guido Maria Guida, invitado de esta semana.
Vladimir es originario de la Ciudad de México, desde hace varios años radica en Querétaro, y su nombre destaca entre los pianistas mexicanos más talentosos de su generación. En diciembre realizó una pequeña gira por Italia y a su regreso a México se dedicó a preparar este próximo concierto.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, el pianista dijo que es una gran oportunidad regresar a tocar con la OFEQ, ahora con una obra de un ícono de la música clásica y con la dirección de Guido Maria Guida, con quien trabajará por primera vez.
“Este concierto es uno de 27 que Mozart escribió para piano y orquesta, y específicamente de esta serie de obras para piano y orquesta, el número 20, a mi parecer —y muchos músicos y compositores de la época de Mozart también lo consideraron así—, es uno de los conciertos más bonitos, o mejor dicho, es el más bonito y más importante que escribió, claro que en gustos se rompen géneros, pero ciertamente tiene una belleza inigualable, tiene una carga emocional increíble”, comentó.
SOBRE VLADIMIR CURIEL
Originario de la Ciudad de México, radica en Querétaro
Graduado con mención de honor y la más alta calificación de la comisión del Conservatorio “O. Respighi” Italia y la Associated Board of the Royal Schools of Music.
Ha ofrecido conciertos como solista y música de cámara en México, Estados Unidos e Italia.
Fue ganador del segundo lugar en la V Bienal Internacional de piano en Mexicali, Baja
California.
Se ha presentado con la Orquesta Filarmónica de Querétaro y con la Orquesta Sinfónica de Hidalgo.
Su repertorio abarca obras desde el periodo barroco hasta el contemporáneo.
El pianista platicó que aún en la actualidad se pueden conocer detalles del proceso creativo de este concierto, por las cartas que Wolfgang Amadeus Mozart le escribió a su padre.
“En una de las cartas que le escribía a Leopoldo, su padre, le comenta sobre este concierto, ‘he puesto elementos que solamente los entendedores de la música clásica van a poder apreciar y gozar, sin embargo pensé hacerlo de una manera que incluso la gente que no conoce de música y que no tiene la formación y educación para entender la música clásica, lo va a disfrutar sin darse cuenta del por qué’, estás son palabas textuales del compositor, y nos dejan ver cómo Mozart estaba muy consciente de lo que su obra representaba para la música, de su genialidad y que era un hombre en dominio de su oficio”, detalló.
El Concierto No. 20 se estrenó en un casino y minutos antes de la presentación, se entregaron a los músicos las partituras, por lo que no hubo tiempo para ensayos previos. Vladimir también destacó la innovación que Mozart dejó con esta obra.
“Lo que Mozart hizo con los conciertos para piano y orquesta es romper el esquema tan conservador y estricto que tenían los conciertos en el periodo barroco, Vivaldi y Bach sobre todo, y empieza a darle más validez, más protagonismo e importancia al papel del solista, en este caso del pianista; Mozart vuelve totalmente independiente el discurso del piano al de la orquesta y esto es una innovación que se vuelve como un puente de paso para llegar al Romanticismo”, detalló.
Y dejando de lado las especificaciones técnicas, Vladimir describió la obra que tocará el próximo jueves: “como una pieza hermosa, perfecta a mi parecer, es un concierto bellísimo en pocas palabras. Mozart logra con muy pocos elemento transmitir toda una serie de emociones y vivencias, describe la realidad como sólo la música lo puede hacer, de una manera muy personal y emotiva”.
Además de la música de Mozart, el programa del concierto del 28 de febrero con la OFEQ, incluye la obra de Janitzio, de Silvestre Revueltas, además de la Sinfonía No. 3, Op. 90 de Johannes Brahms.
SOBRE GUIDO MARIA GUIDA
Obtiene el diploma de piano, composición y dirección de orquesta en los Conservatorios de Turín y de Milán.
Ha dirigido numerosas orquestas, entre las que destaca la RIAS y la RSO de Berlín, Orchestre Symphonique de Mulhouse (Francia), Filarmónica de Turín y la Orquesta Sinfónica de Roma.
En noviembre 2008 fue nombrado director artístico de la Academia Coral “Stefano Tempia” de Torino.