Un noble caballero, interpretado por Manuel Oropeza, ha decidido volver a su tierra natal para morir en paz, y acompañado de un malandrín que lleva por nombre Pambazo, confundido a veces por 'Guajolote' o un simple bolillo, emprende el viaje de regreso a Querétaro, pero nadie sabe dónde está ese pueblo.
Esa es la razón de Volver a Querétaro, comedia a la antigua de Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio (LEGOM), que regresa a escena para poner en juicio la existencia de ese Querétaro que en realidad parece una ciudad de ficción.
En el marco del Festival Maxei, celebración del 488 aniversario de Santiago de Querétaro, se presenta Volver a Querétaro este viernes, a las 19:00 horas, en el Teatro Martín Torres de la Delegación Cayetano Rubio; y el domingo 28 de julio, a las 19:00 horas, en la Antigua Estación del Ferrocarril, con la dirección de Uriel Bravo y la participación del primer actor Manuel Oropeza, a quien Escénica Pulque y Peyote A.C. dedica con esta obra un merecido homenaje.
“Estas funciones son para reiterar un homenaje a Manuel Oropeza, que creo que se lo merece, porque hay pocos actores de 80 años que están trabajando, están lucidos y que son provocadores también, que les sigue encantando el teatro y que están puestos al frente de batalla; esta obra será irrepetible”, dijo Uriel Bravo a EL UNIVERSAL Querétaro.
También actúan Ituriel Hernández (Pambazo) y Yasmín Ronquillo (Morita), quienes participaron en el estreno de esta puesta en escena, el 9 de febrero de 2012; y se une a la nueva versión el actor Ernesto Galán (Cipriano), quien brinda una nueva perspectiva de la queretanidad.
LEGOM es autor de Diatriba rústica para faraones muertos, De bestias, criaturas y perras, Sensacional de maricones, Civilización y Lampart o de cómo colarse a la historia, obras que están muy a la distancia de Volver a Querétaro.
“Sí, yo creo que esto no lo había hecho Luis Enrique y no lo ha vuelto a hacer en otras de sus obras, sus obras son muy íntimas, pero no creo que tengan la apertura hacia lo social, yo creo que el gran acierto que tiene Volver a Querétaro es que se abre a lo social en su dimensión histórica, política, y hay una crítica de la modernidad muy fuerte, lacerante y muy ‘legomnesca’, que no aparece en ninguna de sus otras obras”, explicó.
En el libro de este montaje, publicado en 2014, Uriel Bravo escribió: “El autor ha retomado el mito del eterno retorno, pero desde la esperanza de Godot. Nos recuerda al Lazarillo de Tormes, pero con la bipolaridad mestiza, es decir con una doble ceguera”. Y describe la obra como una documentación de la imaginación de la heráldica queretana.
En el texto de mano, para su presentación de 2019, Uriel incluyó una frase de Hugo Gutiérrez Vega. “Es una frase muy conocida de Hugo Gutiérrez, un día que estábamos desayunando ahí en el 1810, me acerqué y le dije: ‘oye maestro, sí es cierto esa frase que anda ahí sobre Querétaro'. Y él suelta la risa, casi se levanta de la mesa, y empieza a decir: ‘Mi Querétaro querido de tus vergeles me alejo, si alguna vez vine fue por jodido y si regreso es por pendejo’. La gritó ahí en el restaurante, es que el maestro era muy fácil de provocar. Y la ingresé en el programa de mano porque creo que sintetiza muy bien esta idea de ese Querétaro ficticio, seudo-histórico, construido en esta heráldica imaginaria, de la que el mismo Luis Enrique dice: aquí todos son famosos pero nadie los conoce”.
Sólo son dos presentaciones de Volver a Querétaro en el Festival Maxei y la agrupación espera tener una temporada de funciones, además quiere llevar el montaje a Xalapa, para que LEGOM finalmente pueda ver en escena su obra.