El “Farbullero”, una modesta embarcación, que más bien es un retrete montado en una imitación de madera, inicia su travesía en el Mar de las Calamidades en busca del Quersoneso Áureo, a bordo se ve a una loca caballera, la Capitana Gazpacho, y su fiel escudero, marinero, oficial primero y hasta remero: Catalino El Escudero.
Así comienza la primera escena de “Las tremendas aventuras de la Capitana Gazpacho o de cómo los elefantes aprendieron a jugar a las canicas”, del dramaturgo queretano Gerardo Mancebo del Castillo (1970-2000), que ex alumnos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) han retomado para iniciar una breve temporada este día, en el Teatro de Cámara de Bellas Artes, bajo la dirección de Jean Paul Carstensen.
José Velasco interpreta a la Excelentísima Soberana Capitana Gazpacho, y con total naturalidad le imprime fuerza, ímpetu y vivacidad al ya de por sí hilarante personaje creado por Gerardo, mientras que Catalino es llevado a escena por Carlos Casas.
La Capitana es la guía de este primer universo que propone la historia, el segundo es dueño de un par de hermanas trastornadas, Mina Fan (Oriana Martínez) y Circa Mártir (Abigail Contreras), una enamorada del amor, la otra, turbada por el tiempo. En el tercer universo vive Honorosa (Itzel Sánchez), una distraída mujer que reacciona al grito de su marido Pompeyo, “el domador de esposas” (Juan Carlos Rocha).
La genialidad de Mancebo del Castillo provoca un perfecto choque entre estos tres universos tan distintos, que resulta en un disparatado y encantador juego, y que a la vez expone el propio juego de la teatralidad.
Hace muchos años atrás…
“Las tremendas aventuras de la Capitana Gazpacho o de cómo los elefantes aprendieron a jugar a las canicas”, se estrenó el 15 de junio de 1998 en el Centro Cultural Helénico, con la participación del mismo Mancebo del Castillo, en el papel de Catalino. Por esta obra, Gerardo ganó el premio ‘Óscar Liera’ a la Mejor Dramaturgia Actual, ese mismo año.
Aquél montaje llegó a Querétaro, cuando Jean Paul era estudiante de preparatoria, y sin saber quién era Gerardo, acudió a ver la obra.
“Me enteré de la función, recuerdo que era entrada libre, por eso pude ir, y vi la puesta con Gerardo en escena, éramos como 50 personas de público, muy pocos, y me enamoré de la obra; tiempo después me encontré con el texto y lo leía y releía, porque me gusta mucho, y cuando estábamos en el segundo año de la carrera (Artes Escénicas de la UAQ), propuse este texto para una función a gran parte de los que ahora están en este montaje, les encantó y la hicimos, fue hace 12 años, era una versión muy juvenil, pero nos divertimos mucho en escena”, platicó a EL UNIVERSAL Querétaro Jean Paul.
Con motivo de la celebración de las 10 generaciones de Artes Escénicas en la UAQ, se creó ‘Encuentros para generar reencuentros’, evento en el que alumnos y egresados de la carrera volvieron a su casa de estudios para presentar un montaje, así fue como se extendió la invitación para volver a representar a la Capitana Gazpacho.
“Tantos años después se nos convoca con esta obra, celebrando las 10 generaciones de Artes Escénicas; se nos propone hacer un remontaje y decidimos acercarnos a esta dramaturgia específica de Gerardo, con mucho mayor conocimiento de causa, incluso del mismo Gerardo y de su obra. Y ha sido un reaprendizaje del mismo texto y de nosotros mismos, porque en estos 12 años que han pasado, cambiamos mucho y hemos crecido, pero aún nos encanta la obra y seguimos divirtiéndonos”, agregó.
El encanto de la obra de Mancebo del Castillo, comentó Jean Paul, está en ese juego que el dramaturgo queretano propone.
“Él plasma tres universos que van colisionando de a poco y entremezclándose hasta llegar a un sinsentido perfectamente estructurado y lógico, dentro del planteamiento de universos, en el que recaen las figuras que él nos presenta en la construcción de nuestro propio presente, de nuestro mundo; y genera estos universos para hablarnos de lo que él está observando en el mundo mismo, y en el caso de la Capitana y en la pareja de Honorosa y Pompeyo, se nota una recreación del teatro del siglo de oro español, que es una constante en sus textos y desde ahí, hay un juego con la representación, que apela a la teatralidad”, puntualizó.
Los viernes y sábados, del 18 de enero al 16 de febrero, se presentará “Las tremendas aventuras de la Capitana Gazpacho o de cómo los elefantes aprendieron a jugar a las canicas”, en el Teatro de Cámara de la Facultad de Bellas Artes de la UAQ, en punto de las 20:00 horas.
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