Hace más de 20 años Sonia perdió la vista y la fotografía ha sido su mejor terapia, en medio de la oscuridad encontró en esta disciplina la luz, los colores, una manera distinta de enfocar las penurias de la vida.
“Perdí a mis únicos dos hijos y me quedé ciega después, entonces yo creo que la fotografía me involucra tanto en ella, me meto tanto en la foto, a buscar imágenes, que esto ha sido una terapia grande para mí, gracias a ella me he ayudado a sobrepasar estas penurias que uno tiene”, platicó a EL UNIVERSAL Querétaro Sonia Soberats, en su primera visita a Querétaro.
Y para la edición 2019 del Festival Internacional de Arte y Cultura desde la (dis)capacidad: Oxímoron, Sonia pisará de nuevo tierras queretanas, donde impartirá una serie de actividades, desde hoy y hasta el viernes 22 de noviembre estará en la Escuela Activa de Fotografía Plantel Querétaro con un taller de fotografía de light painting (pintar con luz) para fotógrafos con y sin (dis)capacidad visual.
En la comunidad La Solana, de Santa Rosa Jáuregui, tendrá un taller de creación fotográfica desde la ceguera para niños; el viernes 22 de noviembre, a las 19:00 horas, en la misma Escuela Activa, participará en la mesa un Diálogo sobre la fotografía y la ceguera, acompañada por los fotógrafos con ceguera Miguel Ángel León y Guadalupe Campos Cabrera, quienes se especializaron en light painting con Sonia Soberats. Y algunas de las piezas de Sonia formarán parte de Nodo Ciego Extra Muros, exposición que se inaugura el sábado 23 de noviembre a las 12:30 horas en la reja perimetral de la Alameda Hidalgo.
Hablar de fotografía hecha por ciegos, tanto para los normovidentes como para las personas con ceguera o debilidad visual, resulta en primer lugar: imposible.
“Pero nosotros, los invidentes que hacemos fotografía de luz, le hemos demostrado al mundo que un ciego puede tomar fotos, porque tenemos la intención, la inteligencia, la perseverancia, el deseo. Nuestras fotos son únicas, porque van directamente de la imagen que tenemos en nuestra mente”, explicó la fotógrafa en aquella primera entrevista.
Sonia es de origen venezolano, radica en Nueva York, pertenece al Seeing With Photography Collective, y su obra se ha expuesto a nivel internacional. Es protagonista del documental El Laberinto de lo posible, película de Wanadi Siso, que se ha proyectado varias veces en Querétaro, como parte de las actividades de Buró Cultural, asociación civil que impulsa el Festival Oxímoron y desde el 2013 promueve en Querétaro el Taller de Fotografía para Ciegos.
En su primera visita a Querétaro, por invitación que le extendió Buró Cultural, Sonia quedó encantada con la ciudad, las calles coloniales, los murmullos en las plazas, el sonido del agua en las fuentes.
El Museo de Arte de Querétaro sirvió de escenario para crear en Querétaro su primera foto en la técnica pintura de luz. Con una joven modelo recargada en una columna del patio principal y con todas las luces del ex convento de San Agustín apagadas, Sonia comenzó a pintar con una linterna el cuerpo de la modelo y la columna, el juego de luces quedó registrado en una imagen única.