Sin recursos públicos ni apoyos gubernamentales o de iniciativa privada, en Querétaro se produjo Revueltas, cinta dirigida por Antonio Jiménez que se estrenará en la Cineteca Rosalío Solano el 28 de marzo.
“En Querétaro no se había realizado nada de esta envergadura, nuestra película es completamente independiente, autofinanciada por nosotros, con dinero, con horas de trabajo, con equipamiento; y lo más importante es que es una película con talento local”, comenta el director Antonio Jiménez, ganador de premios como el Alejandrina y de concursos de guion por la elaboración de cortometrajes y mediometrajes, y quien también es fundador de la Escuela Libre de Cine en Querétaro.
Revueltas presenta a un grupo de cineastas que cruza varios obstáculos para lograr la realización de una película, es decir, cuenta una historia de cine dentro del cine. Relata dentro de ésta, otra historia que hace referencia a la Revolución Mexicana, con la que se establecen varios paralelismos.
Y aunque la historia de ficción se narra en 109 minutos, la filmación de la película fue un trabajo de años, en donde los obstáculos fueron varios y significativos; entre ellos, la falta de recursos económicos y la coordinación entre cada integrante de la casa productora.
“Ya habíamos trabajado en cortometrajes y en mediometrajes, pero no se compara con realizar una producción de este tipo. Tuvimos que realizar una convocatoria amplia que incluyera mucho talento local, maestros y estudiantes de cine que estaban ansiosos de participar en un proyecto como éste. Según nuestra contabilidad la producción representa una inversión de 5 millones de pesos, aproximadamente. Formamos una productora-ditribuidora, Cinestesia Producciones, con la que se celebraron contratos para que todos terminaran siendo socios de la película y por lo tanto, todos recibiremos ganancias en la proporción de lo invertido. Somos alrededor de 100 personas las que participamos en todas las áreas de la película”.
“Es una producción pagada por nosotros mismos, algunos pusimos dinero, otros pusieron equipo necesario, otros tantos invirtieron horas de trabajo, sus conocimientos, todos lo hicimos posible. Teníamos esa opción, financiar nosotros mismos o esperar a que el gobierno nos apoyara con un financiamiento, cosa que nunca pasó. El recurso económico es uno de los problemas principales, pero no es el último, toda la organización y estar en la misma sintonía es un gran reto, por diversas complicaciones tuvimos que parar el rodaje de la película durante un año, afortunadamente pudimos solucionar todas esas situaciones y concluir con la filmación”.
De tal forma, la realización del filme fue un verdadero trabajo en equipo, aunque eso representó nadar contracorriente.
Para Antonio Jimenez hacer cine independiente es como “ser los trabajadores rurales del gremio de cineastas”, pues los grandes presupuestos se reparten entre un grupo selecto de productores y directores, que se concentran principalmente en la Ciudad de México.
Aunque reconoce que la falta de recursos a nivel federal no es el único obstáculo para los cineastas del país, sino que a nivel local, el gremio tiene sus propias dificultades. En el caso de Querétaro, por ejemplo, una Ley Para la Promoción, Fomento y Desarrollo de la Industria Cinematográfica del Estado de Querétaro, que no sirve para mucho, y que de hecho está inactiva.
“Una gran deuda que se tiene con los cineastas de Querétaro, es darnos el lugar que debemos ocupar, tenemos una ley estatal que prácticamente está inactiva, que al principio nos vendieron como algo muy bueno y que al final ni siquiera nos tomaron en cuenta para integrar el consejo consultivo, esa es la gran deuda, no tomar en cuenta a las personas que están haciendo cine en el estado”.
A la pantalla grande. Revueltas se estrena el próximo 28 de marzo en la Cineteca Rosalío Solano, posteriormente se tendrán funciones continuas en el mismo lugar, las cuales estarán completamente abiertas al público, y en donde los asistentes podrán interactuar con los actores del reparto.
El primer objetivo, señala Antonio Jiménez, es que los queretanos acudan a la Cineteca para consumir esta producción audiovisual realizada por queretanos y grabada en locaciones conocidas por todos, como el propio Rosalío Solano, el Centro de Congresos y por supuesto, el Centro Histórico de la ciudad.
Una vez que se conquiste al público queretano, Antonio buscará presentar el largometraje en escenarios nacionales, por lo que dice, no se cierra a la posibilidad de experimentar en las plataformas digitales como Filminlatino o Netflix.
“Tenemos apalabrados algunos lugares muy importantes a nivel nacional, no perdemos de vista los festivales, los cines comerciales, las televisoras públicas y privadas, incluso todas estas nuevas plataformas digitales que han revolucionado la forma en la que vemos cine; este es el momento de explorar y aprovechar toda la tecnología que tenemos a nuestro alcance”, añade el director de Revueltas, quien además pide a la ciudadanía sacudirse la apatía y hacer su parte para fortalecer el cine mexicano y queretano en especial.