México es reconocido internacionalmente por la riqueza de sus zonas arqueológicas y Querétaro no se queda atrás cuando se trata del legado prehispánico.
A continuación te contamos sobre las 4 zonas arqueológicas más importantes en Querétaro.
Localizada a 7 km de la ciudad de Querétaro, El Cerrito es una zona arqueológica que debe su nombre a su estructura principal, un basamento piramidal de 30 metros de altura, como señala el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Además, también cuenta con altares y plazas, así como con un Museo de Sitio conformado por 4 salas y 125 piezas prehispánicas.
A lo largo de su historia, este sitio recibió otros nombres, como San Francisco Anbanica, que quiere decir “templo alto” en otomí; el Cerrito de Cascajo y el Cerrito Pelón. Actualmente se le conoce popularmente como la Pirámide del Pueblito.
Foto: Fb El Cerrito INAH
La zona arqueológica El Cerrito tiene influencia de distintas culturas entre las que se incluyen Chupícuaro, Teotihuacán, toltecas, chichimecas, purépechas y otomíes.
Su época de mayor importancia como centro regional fue durante la expansión tolteca, sin embargo su importancia continuó en otras culturas como lugar de culto.
Para visitar esta zona, se recomienda usar ropa ligera, sombrero o gorra y tenis o calzado cómodo.
Horario: jueves a domingo de 9:00 a 14:00 horas
Costo: Entrada gratuita durante la reapertura
¿Cómo llegar?
La zona arqueológica de Ranas fue nombrada así por Bartolomé Ballesteros en 1872, de acuerdo con el INAH, debido a su cercanía con el poblado de San Nicolas Tolentino en el Parajes de las Ranas.
Ubicada en el suroeste de la Sierra Gorda, Ranas fue construida para controlar los accesos de forma estratégica. Además, se le asocia con la explotación minera del cinabrio, un pigmento de gran demanda entre los pueblos mesoamericanos.
Foto: Secretaría de Turismo del Estado de Querétaro
La minería fue una pieza fundamental de la economía en Ranas, hecho que se puede constatar por la presencia de cerca de 14 bocaminas prehispánicas en el sitio arqueológico.
Para visitar esta zona, se recomienda usar ropa cómoda y abrigadora dado que suele hacer frío; de igual forma se sugiere usar tenis o zapatos de media bota.
Horario: lunes a domingo de 9:00 a 17:00 horas
Costo: Entrada general $45 pesos mexicanos
¿Cómo llegar?
El nombre de la zona arqueológica de Toluquilla deriva de la raíz náhuatl “tolloa”, “jorobarse” y la partícula castellana “illa”, por lo que significa “Cerro Jorobado” o “Jorobadillo”.
Este sitio se localiza en una meseta alargada que fue modelada con rellenos de piedra y lodo. Además, tiene excavaciones que forman superficies planas de distintos niveles sobre los que se erigió la ciudad.
Compuesta por tres ejes de circulación y cuatro juegos de pelota, Toluquilla es un sitio en donde se construyeron edificaciones nuevas encima de otras más antiguas, logrando así mayor altura y longitud. Además, los muros fueron cubiertos con finas capas de estuco decoradas que se han desgastado con el paso del tiempo.
Foto: INAH
Toluquilla era el sitio donde vivían los sacerdotes y otras personas ligadas al culto, mientras que el resto de la población vivía en los caseríos localizados en los alrededores. Además, su organización jerárquica se especializó en la obtención de pigmentos minerales como el cinabrio o el almagre, como señala el INAH.
Para visitar esta zona se recomienda usar ropa cómoda, tenis e ir abrigado dado que el clima suele ser frío y húmedo.
Horario: lunes a domingo de 9:00 a 17:00
Costo: Entrada general $45 pesos
¿Cómo llegar?
El nombre de la zona arqueológica de Tancama proviene de la lengua huasteca y significa “Cerro de Fuego” o lugar de pedernal.
Este sitio se localiza en la Sierra Gorda de Querétaro y fue adaptado por sus habitantes al construir terrazas y plataformas sobre las cuales se construyeron conjuntos arquitectónicos, como señala el INAH.
Hoy en día, los visitantes pueden apreciar 42 estructuras diferentes, entre las que destacan aquellas de tipo circular y semicircular. También cuenta con un juego de pelota de 18 metros de largo.
Foto: INAH
Su arquitectura, similar a los sitio de Ranas y Toluquilla, presenta tres grandes plazas: El Mirador, Santiago y de la Promesa, mismas que alojan edificios como el de las mariposas de cobre, el de los muertos, el patojo, el de los anzuelos y el del cuchillo de obsidiana.
Para visitar este sitio se recomienda usar ropa cómoda, sombrero o gorra y repelente para moscos. Cabe destacar que en tiempos de lluvia, sólo se puede acceder al sitio en camioneta pick up dado que el camino se descompone.
Horario: lunes a domingo de 9:00 a 16:00 horas
Costo: Entrada libre
¿Cómo llegar?