Polo, un viejo pastor inglés, habría muerto en un campamento para adiestramiento canino, en Querétaro.
De acuerdo con la familia de Polo, el lomito se encontraba sano, tenía todas vacunas y pesaba 35 kilos, razones por las cuáles no comprenden la causa de muerte.
Asimismo, lamenta haber confiado el bienestar de la mascota a un "lugar costoso sin garantías y seguridad para mascotas".
Usuarios de las redes sociales alertan que el centro de entrenamiento ya acumula tres denuncias por causas semejantes.
Internautas piden realizar una necropsia para demandar al centro.