A pesar de que hay una sentencia condenatoria por más de 10 años en contra de la persona que envenenó y causó la muerte de Athos y Tango, así como lesiones a Balam, todavía no irá preso, ya que no hay una sentencia firme, indicó la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Mariela Ponce Villa.

Agregó que la audiencia de comunicación de sentencia se llevará a cabo el próximo martes 30 de agosto, a partir de ahí el imputado puede apelar y posteriormente recurrir al amparo.

“Aun y cuando han escuchado una condena de 10 años 6 meses que no tiene derecho a un sustitutivo penal, es decir, se tiene que cumplir la sentencia en sus términos, no se puede ejecutar hasta entonces no se declare firme”, subrayó.

La magistrada aclaró que lo anterior podría suceder en un lapso de más de un año, esto debido a los tiempos procesales.

El primer periodo es de 10 días para que el imputado pueda apelar después de la audiencia de comunicación de sentencia, y todo este trámite podría llevar alrededor de tres meses, porque aseguró trabajan en el Tribunal de forma puntual para cumplir con los plazos.

“Que de ahí se interponga un amparo, ese sí es un poco más tardío en resolverse, pero estaríamos hablando que a partir de que se interponga el amparo es un año para su resolución. Un año y meses ya podríamos saber en definitiva si la persona sentenciada acudiera a la apelación y si no le es favorable tiene el derecho de acudir al juicio de amparo, que es un derecho que tenemos que respetar”, explicó.

Ponce Villa reconoció que este caso sí significa un precedente, al tiempo de recordar que el delito de crueldad animal surgió en 2014 y en 2019 se reformó para que fuera del tipo penal, por lo que ahora tanto los propietarios de perros como cualquier persona que intente hacerles daño a los animales pueden ser sujetos de un proceso penal.

Aclaró que la violencia en contra de los animales tiene que ver con comportamientos que dañan a la sociedad y por eso el maltrato o crueldad animal es una actividad delictiva.

Refirió que este caso no es el primero, se han registrado otros cinco por maltrato animal, pero no habían llegado a juicio.

“Algunos otros, como los perritos no han muerto, han quedado en suspensión condicional del proceso”, puntualizó.

Por separado, el gobernador Mauricio Kuri reconoció que se sentó un precedente no solo a nivel estado, sino también a nivel nacional.

El caso de Athos y Tango sucedió el año pasado, cuando fallecieron luego de comer salchichas que contenían una sustancia tóxica; el culpable fue uno de los vecinos de la calle donde ambos caninos vivían.

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