Voluntarios de la Asociación Miztontli por el Respeto Animal y colaboradores en el parque de Jardines de la Hacienda elaboraron casitas para perros con materiales donados como madera y lona.
Alicia Lobato, defensora de los derechos animales y presidenta de la asociación, explicó que la idea de hacer casitas es para aprovechar las lonas que cada jornada electoral son colocadas por los candidatos en toda la entidad y brindar un pequeño hogar para cada canino.
“En lugar que las lonas de las campañas terminen en la basura, pueden ayudar a los animales, desafortunadamente fue a destiempo porque las campañas ya pasaron, pero aún así conseguimos algunas”, aclaró.
Después de contar con el material, fue creado el diseño de la casa, un poco simple, pero útil, y en esta primera edición el objetivo fue construir cinco, las cuales serían donadas al refugio Cariño Animal, donde tienen albergados aproximadamente a 100 perros.
“Convocamos a voluntariado, a personas que estén interesadas en cuidado animal para que nos ayudaran a armarlas, a parte pueden aprender un poco de carpintería, es un proyecto interesante”, refirió.
La intención, dijo, es que los voluntarios, además de colaborar, puedan aprender a hacerlas para sus perros o si así lo quieren, para ayudar a otros animales de refugios o de la calle.
Lobato señaló que a raíz de la convocatoria fueron donadas más lonas y madera para construir más, por lo que podrían analizar la posibilidad de crear una campaña permanente.
“A los refugios que lo necesiten, si nos contactan, a lo mejor podemos ponernos de acuerdo, a lo mejor las casitas podemos ir a hacer directamente los fines de semana al refugio”, refirió.
Martín Téllez es abogado y tuvo el primer contacto con Lobato en 2013, cuando estaban en búsqueda de tipificar el maltrato animal como delito penal y lo consiguieron, pero hasta 2014.
“Desde ese día yo ya no solté del tema, realmente me preocupa mucho que haya una mejor sociedad y creo que parte del cuidado animal contribuye.
“Los pequeños o adultos, la mayoría de las personas tenemos una mascota en nuestra casa y así empezamos a adentrarnos en el mundo de maltrato animal”, narró.
Téllez, los fines de semana, hace trabajos de carpintería y cuando Lobato le contó de la idea, sin pensarlo le dijo que él se sumaba, por lo que hizo el diseño de la casita con el material donado, algo que puede ser básico, pero funcional.
“El diseño está en unas hojitas, hicimos nuestras medidas y lo empezamos a desarrollar muy sencillo”, reconoció.
Una casa podría estar lista en un promedio de dos horas, pero como se va enseñando a los voluntarios y además se hacen otras pausas, pues el tiempo invertido es aún más.
“Van aprendiendo y van viendo cómo le metemos el tornillo acá, entonces nos vamos retrasando, pero el ejercicio era ese, que todos participaran y aprendieran”, refirió.
Lobato reconoció que sí ha habido avances legales en materia de maltrato animal, ya que desde 2014 fue tipificado como delito, pero había desconocimiento de las Fiscalías sobre esta actualización.
A pesar de esto, dijo, todavía hay mucho por hacer, por lo que en la última reunión que entablaron con el fiscal General del Estado FGE plantearon acuerdos para trabajar el tema en conjunto con la sociedad civil.
Una de las propuestas es la sensibilización al personal que labora en las fiscalías, ya que debido a la naturaleza de su trabajo tiende a normalizar las cosas, además de que para ellos puede ser “un simple animal” quien muere o es maltratado.
“Nosotros lo platicamos con el Fiscal en el sentido de que el maltrato animal es un indicador para otros tipos de violencia, con toda la violencia que vivimos en México, creemos que se tiene que combatir la violencia desde la raíz y una de esas es el maltrato animal”, subrayó.
Incluso, puede ser una forma de prevenir un delito ya que, con base a estudios de otros países, se conoce que si una persona maltrata a un animal, es un indicador de que sea un posible violentador, por eso se sugiere brindarle atención psicológica profesional, para evitar que dirija estas actitudes hacía algún sector de la población.
Como ya es un delito, se han interpuesto diversas denuncias al respecto y se han abierto seis carpetas de investigación por diferentes hechos, entre ellos la muerte de varios perros.
“Yo fui a una audiencia, no se vinculó a proceso al imputado, es el caso de Pit, un perro al que un señor lo ahorcó con un cinturón y lo arrastró con su coche, no quedó vinculado a proceso, la abogada no va a doblar las manos, está viendo la manera de mejorar la estrategia”, explicó Lobato.
La protectora de los derechos de los animales agregó que también falta sensibilización a los jueces en el tema, aunque aseguró que lo comprende al tratarse de una tipificación relativamente nueva, pero tiene fe en que en algún momento lo vean como todos los defensores de los derechos de estos seres vivos, que es ayudar a protegerlos, pero también mejorar el tejido social.