Pastores belgas, Huskys, Pitbulls, Beagles, entre otras razas de perros, acompañados por sus propietarios, esperan formados a que llegue el instructor para iniciar con la clase adiestramiento, la cual está basada en amor y comprensión del lenguaje de canino.
Ayer fue la última clase del programa que impulsó el gobierno municipal de El Marqués, a través del Centro de Atención Animal (CAAM), los graduados recibirán un certificado de can amigable, con el que pueden entrar a diversos establecimientos.
Por cuatro domingos seguidos, 20 propietarios de perros se dieron cita en el parque del fraccionamiento Los Encinos para tratar de entender el lenguaje de su mascota y así conocer un poco más sus necesidades.
Cristina Laguna se enteró de este curso a través de redes sociales y en la página de su fraccionamiento, ella tiene una perrita de un año tres meses, cruza de Pitbull con Labrador color negro, decidió inscribirse al curso porque asegura es importante saber cómo manejar a su compañera Kiara.
“Es bastante obediente y es muy noble, pero me jala mucho de repente o está conmigo y sale corriendo hacia otros perros; hay veces uno cree que los entiende, pero no, aquí te van dando un poco cómo manejar a los perros, algo que me ha dicho el entrenador es que no le voy a ganar en fuerza, lo que nos dicen es que este tipo de perros se tiene que educar con amor”, dice.
Con tan solo tres clases, asegura que ya siente un cambio en Kiara, ya que se nota más relajada siguiendo los ejercicios que le encargaron, sobre todo por las mañanas, pues incluso ayuda a que no rompa su sillón.
Cristina agrega que el concepto del entrenamiento es que los perros sean felices y disfruten de la compañía de los propietarios, por eso le gustó.
Emanuel Tovar Amador, asesor técnico del CAAM, imparte el curso. Inició a los 16 años en el área de adiestramiento canino, ahora tiene 41, además es médico veterinario con especialidad en clínica del comportamiento y siquiatría canina.
“La intención o la forma en la que se imparte este curso es entender a los perros, ya que es desde la psiconeuroinmunoendocrinología, es decir, todos los factores neurológicos, físicos y fisiológicos que afectan al perrito.
“Trabajamos a través de la secreción de hormonas de felicidad y neurotransmisores que favorecen el vínculo con los propietarios”, explica.
Añade que se enseña a los propietarios a generar todos estos estímulos, ya que es más fácil dar un tirón de cadena, pero es más bonito que el perro quiera estar y no tenga que estar.
“Es respetarnos como especies, no podemos ser egoístas y como humanos hacer que el perro haga lo que yo quiero, porque yo quiero, cuando yo quiero, tenemos que aprender a convivir sanamente y tenemos que aprender a negociar y ceder en algunas cosas, convencer en otras, pero nadie va a querer estar donde te tienen a fuerzas”, comenta.
Tovar Amador precisa que son sesiones grupales en las que se desafían al perro para que el dueño sepa manejar al canino en situaciones de vida real.
El tiempo de adiestramiento de un perro dura entre 10 y 15 minutos, los cuales se deben repetir de forma constante, están divididos en cuatro módulos que incrementan su dificultad.
El primer módulo consiste en que los dueños entreguen el premio a los caninos y generen el vínculo, además de realizar ejercicios de posición de control sino con distracción; el segundo, son ejercicios de atención más complejos, control del perro después del juego, que lo prepara para que en la vida real la mascota quiera estar con su propietario; el tercer módulo es que permanezcan quietos; la cuarta sesión, son los caminados junto al dueño.
“En el inter de las clases vemos [al dueño] sentado a la mesa, la posición del [canino es de] control, con distracción, sin distracción, son ejercicios que en la vida real ayudan a nuestros perros, no son órdenes, porque así el perro no debe seguir una secuencia, lo hará de forma natural”, aclara.
El adiestrador, confirma que todos los perros pueden tomar cursos de adiestramiento una vez que tengan su cuadro completo de vacunación y desparasitación, es decir, después de los seis meses, sin límite de edad.
“Todos son candidatos, siempre y cuando no haya patologías de origen glandular o neurofisiológico que afecten su comportamiento, es información importante para el propietario, si el perrito cursa con un comportamiento que no es natural, que no es controlable, lo primero que se debe hacer e descartar problemas que causen dolor o que tenga en niveles estables de la producción de neurotransmisores; si tenemos un perrito que es especial, así hay que tratarlo y respetarlo”, menciona.
Para los adiestramientos se sugiere que sólo acuda un humano por cada perro, una vez que ya tomó el curso con ese miembro de la familia, lo debe hacer con el siguiente.
El curso EduCAAM será replicado el próximo año en diferentes fraccionamientos de El Marqués, como parte de la visión de una tenencia responsable de mascotas.