Luego de que en redes sociales se difundiera el presunto mal estado en el que viven los animales del zoológico Wamerú, en el municipio de El Marqués, la administración del espacio señala en exclusiva para EL UNIVERSAL Querétaro, que los animales se encuentran en buen estado de salud; algunos de ellos, como los dromedarios y lobos están mudando de pelaje, lo que pudo haber confundido a los visitantes que realizaron las denuncias.
Armando Coello, director del zoológico, reconoce que para evitar confusiones entre los visitantes, deben reforzarse las explicaciones al interior del parque, por lo que no descarta la posibilidad de que en un futuro se implemente algún programa de recorridos guiados.
“Los animales cambian de pelaje, son temporadas, en el caso de los dromedarios se encuentran en esa etapa, se quedan completamente pelones y después se llenan de pelo nuevo. A los visitantes los invitamos a que se acerquen al personal del zoológico, aquí todos podemos resolver sus dudas. Son animales salvajes que tienen características particulares que la mayoría de la gente no conoce y piensa que eso que ven no es normal”, comenta.
La denuncia también detalla que algunos animales estaban bajos de peso, que no contaban con agua ni espacios para refugiarse del sol. También se menciona que el elefante John estaba herido de una pata.
Al respecto, en un recorrido guiado, Coello explica que el mejor indicador de que una manada se encuentra en buen estado de salud es la prolífera reproducción de las especies, por lo que casi todas las que viven en Wamerú actualmente tienen crías saludables.
“Algo que causó polémica fue el peso de algunos animales, yo les explico que por ejemplo algunos siervos están delgados, se les ven las costillas, pero no es porque comen mal, sino porque están amamantando, la madre no recupera su peso hasta que no destetamos a sus crías, pero para eso tenemos que esperar un tiempo, se debe hacer en el momento adecuado, cuando eso pase, las madres recuperan su peso inmediatamente.
Pide a la ciudadanía acercarse al personal del zoológico para responder sus dudas sobre el estado de salud de los animales, y reiteró que Wamerú más que un zoológico, es un centro de conservación y reproducción de animales en peligro de extinción; detalla que muchas de estas especies fueron entregadas por la Profepa.
“A nosotros nos inspecciona regularmente Profepa, si los animales estuvieran en las condiciones que dicen, ni siquiera podríamos abrir el Zoo”, dice.
El elefante John, de 55 años de edad, es uno de los casos más llamativos del lugar, es un ícono del zoológico, pero los visitantes denunciaron, en redes sociales, que estaba herido.
Armando Coello explica que John llegó hace 25 años a Wamerú, luego de trabajar 30 años en un circo, lo que le ocasionó daños permanentes en su salud y estructura ósea, como las reumas que constantemente padece en sus patas.
“El elefante tiene 55 años, lo consideramos ícono del zoológico, tiene todos los cuidados, agua, comida, dormitorio donde se refugia del sol y de la lluvia. En invierno tiene alimentación especial para que no pase frío y medicamentos específicos, tiene reumas en una pata después de vivir 30 años encadenado.
“John ahora tiene una vida digna aquí; Wamerú recibe animales de familias particulares que los tenían en pésimas condiciones, casi muertos. Nosotros recibimos varias capturas de Profepa aunque somos un establecimiento particular. Nuestra labor es de conservación y reproducción de animales en peligro de extinción”, señala.
El director del lugar desde que este abrió sus puertas, hace 25 años, comparte que Wamerú forma parte de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, y ha enviado animales a otros zoológicos del país y prestado otros para apareamiento, debido a la buena salud de sus ejemplares.
Agrega que a pesar de las dificultades económicas, por la contingencia del Covid-19, en Wamerú se han retomado proyectos para mejorar las condiciones de los casi 700 animales que viven ahí, como la nueva leonera próxima a inaugurarse.
“Le pediría a los ciudadanos que se acerquen a nosotros, que apoyen el lugar, que valoren la gran labor de rescate que se hace y mejoren el comportamiento cívico, muchas personas no respetan a los animales, les avientan piedras, les dan de comer cosas prohibidas, se han querido robar huevos de avestruz, hay mucho que como sociedad se debe mejorar”, comenta.